Hace días trascendió que los supermercados Arámburo serán absorbidos por la cadena Chedraui, a partir de enero de 2025. De esta manera cierra una empresa familiar sudcaliforniana con más de 6 décadas de presencia en La Paz y Los Cabos.
Concluye un ciclo en el comercio local, sobre todo en la capital de la entidad, en donde son escasas las familias sudcalifornianas en el ramo de los supermercados.
A fines de los 90 recordemos que entró Ley, posteriormente Soriana, City Club, Walmart, Sam´s Club, y Chedraui que en su momento adquirió los CCC de la familia Ruffo; antes el Servi Centro, empresa muy local había cerrado sus puertas.
Por diversas circunstancias que no se conocen públicamente, porque son del ámbito
privado, el CCC en su momento cerró y dio paso a Chedraui, y en unas semanas más lo hará Carlos Arámburo cediendo su espacio a la misma compañía.
Hoy la competencia en La Paz y Los Cabos en el renglón de los súper será entre firmas nacionales, a las que agregamos Oxxo, la nueva y globalizada tiendita de la esquina, porque con las que muchos crecimos, están a punto de convertirse en un grato recuerdo, porque muchas de nuestras misceláneas y abarrotes enfrentan el avasallamiento de neotiendas de la esquina.
El futuro nos alcanzó. Allá por 1990, tal vez en mayo, el dirigente de la Cámara de Comercio de La Paz, Raúl Mendoza Arámburo, me declaraba que el capital local nada tenía que hacer, en materia de comercio, frente a los grandes capitales nacionales, que advertía hace 34 años: “no tardan en llegar”, y Don Raúl no se equivocó. Seis años después, Ley abría su súper en Las Garzas, y lo demás es historia.
Recuerdo una reunión, efectuada a inicios de los años 90, cuando cubría como reportero la fuente del gobernador Víctor Manuel Liceaga Ruibal. Julio César Saucedo, el director de Difusión del gobierno liceaguista dio la agenda del titular del Ejecutivo, en donde se contemplaba una reunión de trabajo con Don Manuel Arango, dueño de Aurrerá.
La reunión sería en la ahora ex Residencia Oficial de El Caimancito a partir de las 5 de la tarde. La idea central de Arango era presentarle al gobernador el proyecto para que Aurrerá tuviera presencia en La Paz.
El equipo de inversionistas llegó a El Caimancito, fue atendido con café, refrescos, bocadillos, mientras esperaba la llegada del gobernador; pasó al comedor principal, de un lado Arango y su gente, del otro, el entonces secretario de Desarrollo, Alfonso González Ojeda y su gente más cercana en la dependencia; todos sentados platicando sobre mil y un cosas.
Las tazas y tazas de café, vasos con refresco y viandas iban y venían de la cercana cocina de la ex Residencia Oficial.
Pasaron bastantes minutos después de la hora pactada para el inicio de la reunión, y el gobernador no aparecía. La plática de González Ojeda seguía, pero ya en un ambiente que se empezaba a tensar.
Al filo de las seis de la tarde, el entonces secretario particular, Carlos Armando Rodero Savin, con una cara adusta, informa a los presentes: “…el señor gobernador no los va a poder acompañar esta tarde, porque lo invitaron de última hora a inaugurar un encuentro de beisbol en la colonia Navarro Rubio, y les pide una disculpa… Por favor me permiten reagendar esta reunión para otra fecha…”.
A una seña de don Manuel Arango se levantó y con su equipo y en fila salieron de la exresidencia oficial, sumamente molestos por la descortesía del gobierno estatal.
Trascendió que las familias dueñas de supermercados, ante el run run que se escuchaba de una posible entrada de Aurrerá, le expresaron al Gobernador en forma muy respetuosa que si esa firma entraba a La Paz, impulsarían una protesta permanente de anaqueleros, cajeras y cajeros frente a Palacio de Gobierno; eso fue suficiente para que el Gobernador fuera a ver jugar a los Yaquis del Esterito contra los Tigres del Magisterio y dejara plantado a don Manuel Arango tomando café y galletas.
Este era el proteccionismo y la relación política que tenía el viejo sistema con los empresarios locales. Durante años impidieron la llegada de capitales foráneos, pero la alternancia política de hace 25 años, entre otras cosas, abrió las puertas al capital nacional, que por obvias razones desplazó a los locales, tal como lo manifestaba don Raúl Mendoza Arámburo.
El que Arámburo pase a ser Chedraui no es bueno ni es malo, porque se inscribe en la lógica del capital y de los ciclos económicos. Así de sencillo.