/ lunes 28 de octubre de 2024

Contexto / La segunda etapa de la transición de BCS

La semana anterior en este espacio se hablaba acerca de la década de transición que se presentó en Baja California Sur entre los años de 1965 y 1975, lapso fundamental para comprender de una mejor manera el proceso de conversión de Territorio Federal a Estado Libre y Soberano que en este 2024 cumplimos como sociedad sudcaliforniana medio siglo de haber logrado el cambio por el cual tanto lucharon otras generaciones de sudcalifornianos.

Como si se quisiera dividir a la perfección la década de la transición, cinco años corresponden a la gestión de Hugo Cervantes del Río, de 1965 a 1970, e igual periodo a Félix Agramont Cota, de 1970 a 1975.

Es de resaltar que la transición sudcaliforniana de 10 años fue sin sobresaltos, sin mayores problemas, porque como si se estuviera siguiendo un guion fue llevada nota por nota por el gobierno central que fungió cual director de orquesta.

El gobierno de Agramont Cota, nativo de Baja California Sur, pero no con el arraigo que exigían los grupos locales, llega en diciembre de 1970 nombrado por Luis Echeverría, y con su arribo, digamos que inicia la segunda etapa de la transición política de Territorio a Estado, pero con la salvedad de que el trabajo de gobierno se enfoca en mayor medida a la infraestructura de comunicaciones, porque la incipiente clase política sudcaliforniana surgida a partir de 1965 ya empezaba a caminar sola y sus intereses a multiplicarse, lo que generaba corrientes sociales y políticas que se perfilaban para llegar al poder al amparo del cambio político.

Cinco acciones de gobierno son fundamentales en aquel tiempo:

a) La inauguración de la carretera Transpeninsular el 1 de diciembre de 1973.

b) La entrada en funciones del sistema de microondas que comunicó al Territorio con el resto del país y del mundo.

c) La llegada de cuatro nuevos transbordadores que comunicaban a Baja California Sur con Sinaloa, Sonora y Jalisco.

d) La entrada en operaciones de XEVSD en Ciudad Constitución, que aunque no era una acción de gobierno, sino de iniciativa privada, ayudaba a integrar social y políticamente al Territorio.

e) Los tres nuevos gobiernos municipales que iniciaron funciones el 1 de enero de 1972, mismos que ampliaron el abanico de liderazgos locales que incursionaron en la política y la función pública; fueron base fundamental para la creación de corrientes políticas hacia el interior del PRI, partido dominante en aquellos años, en México y en Baja California Sur.

Al gobierno territorial se incorporan Ángel César Mendoza, en la Secretaría General de Gobierno; Víctor Liceaga, como director de Difusión; Raúl Carrillo, como responsable de Desarrollo; y Guillermo Mercado, como síndico en el primer Ayuntamiento de La Paz, tres políticos que serían gobernadores de la entidad entre 1975 y 1999, y en el caso de Raúl Carrillo en dos ocasiones Senador de la República y Secretario General de Gobierno de 1987 a 1988, insisto, dentro de las filas del hegemónico PRI.

Con el gobierno de Agramont Cota se avanza en la construcción de los cimientos políticos y de infraestructura de lo que sería el inicio de la nueva entidad federativa.

Es de destacar que los grupos de poder locales, que en su momento se opusieron al FUS en su segunda etapa y a Loreto 70, fueron marginados de estos procesos, puesto que los liderazgos locales, sin decirlo ampliamente, sino en corto, los vetaron políticamente, y solamente aparecieron en el escenario político hasta inicios de los años 80, cuando el poder central les otorgó el poder político, que en el esquema de dominación hegemónica del PRI les ratificó la sociedad sudcaliforniana.

Con todos estos antecedentes, el 1 de junio de 1974 en Cabo San Lucas, las fuerzas vivas del Territorio le plantean al Presidente de México, Luis Echeverría, la necesidad de que Baja California Sur sea una entidad federativa más y deje atrás su calidad de Territorio.

El 3 de septiembre se manda la iniciativa al Congreso de la Unión, y el 8 de octubre de 1974 se publica el Decreto de creación del Estado Libre y Soberano de Baja California Sur; a partir de aquella fecha, se empieza a escribir la nueva historia social, política, económica y cultural de esta tierra.

La semana anterior en este espacio se hablaba acerca de la década de transición que se presentó en Baja California Sur entre los años de 1965 y 1975, lapso fundamental para comprender de una mejor manera el proceso de conversión de Territorio Federal a Estado Libre y Soberano que en este 2024 cumplimos como sociedad sudcaliforniana medio siglo de haber logrado el cambio por el cual tanto lucharon otras generaciones de sudcalifornianos.

Como si se quisiera dividir a la perfección la década de la transición, cinco años corresponden a la gestión de Hugo Cervantes del Río, de 1965 a 1970, e igual periodo a Félix Agramont Cota, de 1970 a 1975.

Es de resaltar que la transición sudcaliforniana de 10 años fue sin sobresaltos, sin mayores problemas, porque como si se estuviera siguiendo un guion fue llevada nota por nota por el gobierno central que fungió cual director de orquesta.

El gobierno de Agramont Cota, nativo de Baja California Sur, pero no con el arraigo que exigían los grupos locales, llega en diciembre de 1970 nombrado por Luis Echeverría, y con su arribo, digamos que inicia la segunda etapa de la transición política de Territorio a Estado, pero con la salvedad de que el trabajo de gobierno se enfoca en mayor medida a la infraestructura de comunicaciones, porque la incipiente clase política sudcaliforniana surgida a partir de 1965 ya empezaba a caminar sola y sus intereses a multiplicarse, lo que generaba corrientes sociales y políticas que se perfilaban para llegar al poder al amparo del cambio político.

Cinco acciones de gobierno son fundamentales en aquel tiempo:

a) La inauguración de la carretera Transpeninsular el 1 de diciembre de 1973.

b) La entrada en funciones del sistema de microondas que comunicó al Territorio con el resto del país y del mundo.

c) La llegada de cuatro nuevos transbordadores que comunicaban a Baja California Sur con Sinaloa, Sonora y Jalisco.

d) La entrada en operaciones de XEVSD en Ciudad Constitución, que aunque no era una acción de gobierno, sino de iniciativa privada, ayudaba a integrar social y políticamente al Territorio.

e) Los tres nuevos gobiernos municipales que iniciaron funciones el 1 de enero de 1972, mismos que ampliaron el abanico de liderazgos locales que incursionaron en la política y la función pública; fueron base fundamental para la creación de corrientes políticas hacia el interior del PRI, partido dominante en aquellos años, en México y en Baja California Sur.

Al gobierno territorial se incorporan Ángel César Mendoza, en la Secretaría General de Gobierno; Víctor Liceaga, como director de Difusión; Raúl Carrillo, como responsable de Desarrollo; y Guillermo Mercado, como síndico en el primer Ayuntamiento de La Paz, tres políticos que serían gobernadores de la entidad entre 1975 y 1999, y en el caso de Raúl Carrillo en dos ocasiones Senador de la República y Secretario General de Gobierno de 1987 a 1988, insisto, dentro de las filas del hegemónico PRI.

Con el gobierno de Agramont Cota se avanza en la construcción de los cimientos políticos y de infraestructura de lo que sería el inicio de la nueva entidad federativa.

Es de destacar que los grupos de poder locales, que en su momento se opusieron al FUS en su segunda etapa y a Loreto 70, fueron marginados de estos procesos, puesto que los liderazgos locales, sin decirlo ampliamente, sino en corto, los vetaron políticamente, y solamente aparecieron en el escenario político hasta inicios de los años 80, cuando el poder central les otorgó el poder político, que en el esquema de dominación hegemónica del PRI les ratificó la sociedad sudcaliforniana.

Con todos estos antecedentes, el 1 de junio de 1974 en Cabo San Lucas, las fuerzas vivas del Territorio le plantean al Presidente de México, Luis Echeverría, la necesidad de que Baja California Sur sea una entidad federativa más y deje atrás su calidad de Territorio.

El 3 de septiembre se manda la iniciativa al Congreso de la Unión, y el 8 de octubre de 1974 se publica el Decreto de creación del Estado Libre y Soberano de Baja California Sur; a partir de aquella fecha, se empieza a escribir la nueva historia social, política, económica y cultural de esta tierra.