/ lunes 2 de septiembre de 2024

Contexto / Migración a las costas mexicanas

La semana pasada cayó en mis manos una publicación de una consultoría denominada CEO que en Facebook tiene más de 600 mil seguidores.

Haciendo una revisión del trabajo periodístico que presenta, día con día aporta datos duros sobre la economía nacional que coinciden con quienes tienen mayor prestigio, por lo que se puede asegurar que la información tiene un buen grado de confiabilidad.

Recientemente presentó un reporte en el que señalaba que “las grandes ciudades se encuentran cada vez más saturadas, por lo que las personas han encontrado en las ciudades costeras una buena opción para vivir”.

Ante esta contundente afirmación señala que por este proceso, algunas ciudades frente al mar se han revalorizado con más fuerza, y la capital de Baja California Sur, La Paz, ocupa el primer lugar con una valorización de 11.5 por ciento, algunas décimas arriba de Mazatlán; es decir, las ciudades con playa elevan su plusvalía, porque son atractivas para vivir en ellas; este fenómeno se puede ver con puntual claridad en el Puerto de Ilusión como románticamente llamamos a nuestra capital sudcaliforniana.

Hace poco más de 12 años, trabajando cerca del político comundeño Francisco Javier Obregón Espinoza, en su tiempo de Senador de la República, tuve la oportunidad de platicar con la doctora Carmen Carmona, reconocida especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM en materia de Medio Ambiente, con unas interesantes cartas credenciales de su labor en México y en el extranjero, quien trabajaba en una denominada Ley de Costas, una iniciativa que finalmente no prosperó y se quedó en algún cajón de un archivero.

Esto fue allá por 2012, marzo o abril de aquel año. Hubo en esta ciudad capital de La Paz, un Foro en el Grand Plaza para opinar y exponer el documento, el cual señalaba:

A continuación presento datos contundentes de la propuesta que nunca fue iniciativa, pero que con datos de hace más de 12 años nos ilustran el momento que se vive en la migración hacia las costas, cual Marcha al Mar, programa impulsado en el sexenio 1952-58, por Adolfo Ruiz Cortines, pero para el sector pesquero nacional.

Aquella propuesta decía:

“17 estados de la República Mexicana, tienen apertura al mar y representan el 56% del territorio nacional. En estos estados, 156 municipios presentan frente litoral y constituyen aproximadamente el 21% de la superficie continental del país”.

“Con 48 puertos, 27 de ellos en el litoral del Pacífico y Mar de Cortés y 21 en el Golfo de México y Mar Caribe, y un movimiento de mercancías y pasajeros, este sector, junto con el turismo y la actividad maquiladora, son los de mayor crecimiento en las zonas costeras en los últimos años, se espera que para el año 2022 se manejen en los puertos mexicanos alrededor de 360 millones de toneladas de carga, que se muevan aproximadamente 29 millones de pasajeros asociados al arribo de 5,300 cruceros, que se manejen 8.3 millones de contenedores, y que opere un flujo de vehículos automotores del orden de 2.3 millones de unidades. Esta tendencia tendrá efectos en actividades asociadas, como el transporte terrestre y el almacenamiento de mercancías”, lo anterior nos habla de economía pura.

Abundaba:

“La población de los estados costeros en el año 2005 fue de 47 millones 344 mil 698 habitantes, que para el año 2030 se espera que aumenten a 55 millones (CONAPO, 2006). Que en los 156 municipios con apertura al litoral, vivían, en ese año, 15.9 millones de personas y considerando los 113 municipios con influencia costera alta y media el número de pobladores ascendía a 20.3 millones”.

La denominada exposición de motivos tiene una gran cantidad de información sobre el particular, y a pesar del paso de los años mantiene vigencia el fondo del asuntos que aborda acerca de la migración hacia la costa.

Recuerdo en una prolongada plática con la Dra. Carmona que señalaba que la costa mexicana había que organizarla para recibir a los millones de personas que llegarían a los litorales a buscar mejor calidad de vida; el Estado mexicano, como una cuestión de Seguridad Nacional debía ser el organizador del litoral nacional.

Recuerdo que comentaba que 26 instituciones concurren en la costa. Marina, en aquel tiempo PG, Aduana, Secretaría de Hacienda, Gobernación, Semarnat, Sedena, Pemex, Conapesca, SCT, Marina Mercante, Capitanía de Puerto, entre otras que tienen que ver directamente con el trabajo de organizar el litoral.

Tal vez el futuro ya nos alcanzó o en un breve tiempo lo hará, por ello, las instituciones de los tres niveles deben de abocarse a tomar cartas en el asunto.

Hay datos concretos de que en La Paz el mercado inmobiliario crecerá en forma importante, lo que significa el arribo y establecimiento de más personas en la zona de La Paz.

Han pasado 12 años, y en el caso de Los Cabos, con el ritmo de crecimiento supera los 150 mil personas que arribaron para buscar nuevos horizontes en el sur del estado.

Habrá que ver a la luz de 12 años de distancia el incremento poblacional en los estados y municipios costeros, pero sobre todo, la estrategia institucional para hacerle frente a un problema que prácticamente ya existe.

Por ello es necesario que las nuevas autoridades federales y las municipales en decenas de municipios costeros del país, incluyendo a Baja California Sur, tengan en su Agenda de Prioridades este proceso de migración que en Sudcalifornia estamos viviendo.