Desde la Redacción
El manejo de Esthela Ponce en el caso del siglo de alguna manera tiene un efecto negativo en el partido y, por esto, Gabriela Cisneros se ha desmarcado de esta situación
La situación en la que se encuentra localmente el PRI es muy complicada y después de la derrota sufrida en las pasadas elecciones ésta enfrenta un nuevo reto generado por la aparición del nombre de la exalcaldesa Esthela Ponce Beltrán, en el juicio que se realiza en Estados Unidos contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, ya que esto activó las críticas negativas que afectan la imagen del partido ante los ojos de la sociedad.
Su aparición en el caso generó muchos comentarios y en respuesta la postura del partido se centró en desconocer el fondo y la veracidad de la información que se ha dado tanto en los medios de comunicación como en redes sociales.
Un comunicado emitido por la presidenta, Gabriela Cisneros, señala que no es el partido el que está en tela de juicio por las leyes y agrega que los tribunales no son mexicanos y, por ello, no se puede hacer referencia directa al partido, porque las comparecencias en aquella nación van dirigidas a los propios involucrados y el PRI no es quien deba verse relacionado con los hechos que se han manejado, sin embargo las opiniones en contra no cesan y éstas siguen afectando al organismo.
Cabe mencionar que después del proceso electoral el partido sufrió una noticia que para muchos fue poco grata y ésta se dio a raíz de los recursos que habrá de recibir en BCS, ya que el financiamiento anunciado fue de poco más de 3 millones de pesos, lo que significa que tendrá casi 255 mil pesos por mes y aunque para algunos es una cantidad considerable para otros no lo es tanto, y las críticas dirigidas a la líder no se hicieron esperar, Cisneros Ruiz ha sido cuestionada por no haber logrado la anhelada unidad y es que muchos priistas se quejan precisamente porque no se logró este objetivo.
Al perder el poder a nivel federal el partido se vio más afectado y fracturado y esto ha dado paso a muchas críticas en su contra, porque al momento de asumir la presidencia fue considerada como una figura que habría de lograr esta encomienda, incluso tuvo muchas muestras de respaldo de los distintos sectores, pero ahora ven sus resultados poco fructíferos.*****
Lograr un trabajo conjunto entre los tres niveles de gobierno en el que no se interpongan los intereses partidistas es un tema que ha sido ampliamente manejado por los sectores y también por los propios actores políticos, quienes en varios escenarios han hablado al respecto poniendo en primer lugar a los ciudadanos, ya que se entiende que las decisiones que surjan de la administración pública no deben estar sujetas a los beneficios de uno u otro partido; sin embargo, aún falta mucho para que este ideal llegue a los poderes legislativos, donde los ciudadanos encontramos el más grande ejemplo de que la toma de decisiones siempre va estar unida a los grupos o bancadas que existen al interior de los congresos y de las cámaras.
El tema en el ámbito local y también nacional volvió a cobrar fuerza con la llegada de Morena al gobierno, ya que esto planteó panoramas muy distintos entre los actores y, sobre el asunto, el coordinador de programas federales, Víctor Manuel Castro Cosío, ha dicho con insistencia que las campañas políticas ya terminaron y lo que ahora sigue es unir voluntades para lograr un trabajo que tenga los mejores beneficios para los ciudadanos.
Esto lo subrayó cuando asumió de manera oficial el cargo en el evento realizado en las oficinas de lo que era la Secretaría de Desarrollo Social y en presencia del secretario general de Gobierno, Álvaro de la Peña Angulo, quien avaló su postura y dijo que los gobiernos y todos sus aparatos deben trabajar sin distingos o preferencias políticas.
En el acto protocolario para la recuperación del centro histórico de La Paz volvió a tratar el tema al decir que todos los funcionarios deben tener los mismos intereses, hablando del tema de la seguridad y la forma en la que ha actuado el gobernador Carlos Mendoza Davis, a quien le reconoció los logros alcanzados en los últimos meses, sobre todo en lo que se refiere a los delitos a alto impacto.
Dijo que él (Mendoza Davis) es quien lleva la batuta en este ejercicio y que el Gobierno Federal y los Ayuntamientos son colaboradores que deben sumarse a las acciones que emanen de este aparato, sobre todo en contra de la delincuencia que es un problema serio que debe enfrentarse desde todos los ángulos.
Genaro Ruiz Hernández, titular de la Sepuim, acudió en representación de Mendoza Davis y reconoció la coordinación que se ha dado, felicitando al alcalde Rubén Muñoz por la comunicación que se ha dado con el Gobierno del Estado y agradeció el apoyo que ha mostrado el Gobierno de la República.
Muñoz Álvarez también ha externado el interés de trabajar al lado del gobierno y esto lo hizo desde el día en que asumió el cargo. Debemos recordar que en esa ocasión ambos, Mendoza Davis y él, acordaron trabajar y unir esfuerzos para lograr el desarrollo de la capital y mejorar las condiciones de vida de los habitantes.
Los mensajes son en el mismo sentido y también podemos entender que esta postura es algo así como un trabajo ideal, sin embargo en el Congreso del Estado la situación sigue siendo la misma de siempre y se siguen dando las cosas en base a los intereses de los partidos políticos, condición que hemos visto a través de las declaraciones y los posicionamientos que emanan de este poder.
El más claro ejemplo de esta cuestionable condición lo dio el diputado Esteban Ojeda Ramírez, quien al hablar de la Ley de Movilidad y los motivos por los que ésta había sido detenida dijo que era una Ley del gobernador Mendoza Davis, lo que nos hace pensar que entonces el trabajo legislativo está sujeto a las diferencias partidistas, ya que los argumentos sociales deben detenerse si hay otros intereses.
