/ lunes 21 de octubre de 2024

Sandía con leche / No he comprado la moneda del Cincuentenario

El 8 de agosto de 2024, Baja California Sur apagó 50 velitas en su pastel de aniversario de conversión de Territorio Federal a estado. Cientos de sudcalifornianos de nacimiento y muchos más de arraigo, fuimos a la fiesta oficial en el Palacio de Gobierno. El himno nacional y el de Baja California Sur fueron para mí lo más memorable de la tarde-noche.

Desde días antes se había hablado de que se emitirá una moneda conmemorativa por el Cincuentenario. Mil piezas fueron acuñadas en la Casa de la Moneda de México, que tiene una historia de 488 años, pero solo 600 serán vendidas en 1500 pesos por unidad, las 400 restantes serían para regalo.

El 16 de agosto salió a la venta la tienda física del Museo de Arte de Baja California Sur, pero parece que no la quisieran vender, porque no veo o escucho que se promocione de manera institucional de parte del departamento de Cultura.

En el evento oficial, los artistas locales Eduardo García Márquez y Miguel Luna Ordaz fueron los primeros en recibir una pieza de cortesía, de manos del director del Instituto Sudcaliforniano de Cultura, Víctor Hugo Caballero Cervantes, luego tres de los redactores de la primera Constitución del estado: Eligio Soto López, María Luisa Salcedo de Beltrán y Eligio Moisés Coronado, también tuvieron el honor.

Los discursos oficiales no dijeron nada nuevo, y como de costumbre, fueron larguísimos y lo que le sigue.

El arte de la Orquesta Sinfónica de Alientos de Baja California Sur, con 44 años de trayectoria, bajo la dirección de Marco Antonio Hernández Avilés, fue otro momento memorable.

‘¿Y mi moneda?’, me pregunté, Yo no soy distinguida, pero conozco al cumpleañero, además lo quiero infinitamente. Bueno, hasta el momento no me ha llegado el recuerdo de la fiesta. ¿Será prudente que espere 50 años más para ver qué pasa? ¿A lo mejor me toca la moneda del centenario.

Ya fuera de broma, seré sincera: como que la moneda, más bien medalla, no me gusta tanto, o será que es muy ingenuo de mi parte no entender lo que simboliza… eso debe ser, pero mientras son monedas o son billetes, no me he animado a invertir 1500 pesos en ella.

Sus imágenes acuñadas no me cautivaron. Su cajita de Casa de la Moneda, me creó expectativa, pero hasta allí.

¿Cómo se hubieran visto las imágenes de las pinturas rupestres y una frase escrita en lengua cochimí?, o una frase del himno de Sudcalifornia. No sé, algo más emotivo, menos institucional como los escudos de armas.

Amigos del trabajo ya la tienen, y ni enviada de la buena, me dio, ¡Qué me pasa!

Ojalá que en unos años no me entierren en la rotonda de los sudcalifornianos arrepentidos por no comprarla, bueno, ni cuenta me daré de mi mala decisión.

OK, lo acepto como es: poco le he regalado de mi estado y me invitó a su fiesta, gracias, Baja California Sur por siempre ser tú misma, no me debes nada, y, en cambio, yo te lo debo todo.

El 8 de agosto de 2024, Baja California Sur apagó 50 velitas en su pastel de aniversario de conversión de Territorio Federal a estado. Cientos de sudcalifornianos de nacimiento y muchos más de arraigo, fuimos a la fiesta oficial en el Palacio de Gobierno. El himno nacional y el de Baja California Sur fueron para mí lo más memorable de la tarde-noche.

Desde días antes se había hablado de que se emitirá una moneda conmemorativa por el Cincuentenario. Mil piezas fueron acuñadas en la Casa de la Moneda de México, que tiene una historia de 488 años, pero solo 600 serán vendidas en 1500 pesos por unidad, las 400 restantes serían para regalo.

El 16 de agosto salió a la venta la tienda física del Museo de Arte de Baja California Sur, pero parece que no la quisieran vender, porque no veo o escucho que se promocione de manera institucional de parte del departamento de Cultura.

En el evento oficial, los artistas locales Eduardo García Márquez y Miguel Luna Ordaz fueron los primeros en recibir una pieza de cortesía, de manos del director del Instituto Sudcaliforniano de Cultura, Víctor Hugo Caballero Cervantes, luego tres de los redactores de la primera Constitución del estado: Eligio Soto López, María Luisa Salcedo de Beltrán y Eligio Moisés Coronado, también tuvieron el honor.

Los discursos oficiales no dijeron nada nuevo, y como de costumbre, fueron larguísimos y lo que le sigue.

El arte de la Orquesta Sinfónica de Alientos de Baja California Sur, con 44 años de trayectoria, bajo la dirección de Marco Antonio Hernández Avilés, fue otro momento memorable.

‘¿Y mi moneda?’, me pregunté, Yo no soy distinguida, pero conozco al cumpleañero, además lo quiero infinitamente. Bueno, hasta el momento no me ha llegado el recuerdo de la fiesta. ¿Será prudente que espere 50 años más para ver qué pasa? ¿A lo mejor me toca la moneda del centenario.

Ya fuera de broma, seré sincera: como que la moneda, más bien medalla, no me gusta tanto, o será que es muy ingenuo de mi parte no entender lo que simboliza… eso debe ser, pero mientras son monedas o son billetes, no me he animado a invertir 1500 pesos en ella.

Sus imágenes acuñadas no me cautivaron. Su cajita de Casa de la Moneda, me creó expectativa, pero hasta allí.

¿Cómo se hubieran visto las imágenes de las pinturas rupestres y una frase escrita en lengua cochimí?, o una frase del himno de Sudcalifornia. No sé, algo más emotivo, menos institucional como los escudos de armas.

Amigos del trabajo ya la tienen, y ni enviada de la buena, me dio, ¡Qué me pasa!

Ojalá que en unos años no me entierren en la rotonda de los sudcalifornianos arrepentidos por no comprarla, bueno, ni cuenta me daré de mi mala decisión.

OK, lo acepto como es: poco le he regalado de mi estado y me invitó a su fiesta, gracias, Baja California Sur por siempre ser tú misma, no me debes nada, y, en cambio, yo te lo debo todo.