/ lunes 2 de septiembre de 2024

Sandía con Leche / Yo sí conozco a Lila Downs, y me encanta

Recuerdo la noche exacta en que conocí la música de la cantante y compositora oaxaqueña Lila Downs, hace como unos nueve años. Creo que su nombre ya lo había escuchado pero no conocía su arte, lo mismo me sucedió con la chilena Mon Laferte y la británica Amy Winehouse, creadoras que me dejaron impresionada, y me hicieron pensar por qué nadie me las había presentado.

El video de la canción “Palomo del comalito” de su álbum Pecados y Milagros (2011) en el que inicia cantando XochipItsauatl, canto en náhuatl a Santa María Guadalupe, y unas grandes tortillas de maíz nacen en un comal, al estilo de Oaxaca, me hizo conectar con la belleza de la tradición de las cocinas mexicanas, con el valor del lujo de lo que parece rústico pero en realidad tiene todo un arte detrás.

Una mujer, que no era mi amiga, me lo mostró, e hizo por mí, creo que sin querer, uno de los actos más nobles que puedes hacer: revelar un tesoro para que alguien más goce del brillo que emana.

’Me recuerda a mi abuela esa canción’, me dijo, y yo no dije nada, sólo sonreí y seguí admirando la combinación de ritmos de aquella oda que en ese momento deseaba escuchar a solas para no llorar con testigos, porque a mí también me recordó a mi nana que cocinó hasta un mes antes de morir, pero ella hacía tortillas de harina de trigo, como una luna llena perfecta.

En 2018, dentro de las Fiestas de Fundación de La Paz, Lila se presentó en el escenario frente al kiosko del malecón. Abrió el espectáculo con su melodía “Mezcalito”; el ballet folclórico del Instituto Tecnológico de La Paz participó en el evento.

Esa noche fue una nueva primera vez, pero en vivo, y al lado de mi hija, a quien yo le mostraba el tesoro. Este próximo 15 de septiembre, en la Noche del Grito de Independencia, la Reina Mixteca se presentará en el palacio de gobierno de Baja California Sur.

“No todos los paceños están de acuerdo con la presencia de Lila Downs”, dice el encabezado de una nota de la publicación web de El Sudcaliforniano, del domingo 18 de agosto de este año. Ojalá que la Noche Mexicana sea un momento de oro para que los que tengan la fortuna de verla en escena se enteren de quién es Lila Downs.

Su música simboliza una lucha por la identidad. Ella lleva un apellido en inglés porque su papá fue Allen Downs, un documentalista estadounidense, y su mamá es Anita Sánchez, una cantante de origen mixteco.

Lila nació en Tlaxiaco, Oaxaca un 8 de septiembre de 1968, y empezó a cantar cuando tenía 8 años, A los 14, tomó clases de voz en Los Ángeles; realizó estudios de ópera y antropología social, pero lo suyo, lo suyo,en realidad, fue la desgarrante y alegre música mexicana de siempre y la de estilo, en la un cacaraqueo va acorde a un sonido eléctrico.

Ella es perfecta para cantar en una noche de orgullo mexicano que nos remonta a la raíz,a lo profundo de lo que somos los mexicanos.

¡Bienvenida a tierra guaycura, Lila Downs!

Recuerdo la noche exacta en que conocí la música de la cantante y compositora oaxaqueña Lila Downs, hace como unos nueve años. Creo que su nombre ya lo había escuchado pero no conocía su arte, lo mismo me sucedió con la chilena Mon Laferte y la británica Amy Winehouse, creadoras que me dejaron impresionada, y me hicieron pensar por qué nadie me las había presentado.

El video de la canción “Palomo del comalito” de su álbum Pecados y Milagros (2011) en el que inicia cantando XochipItsauatl, canto en náhuatl a Santa María Guadalupe, y unas grandes tortillas de maíz nacen en un comal, al estilo de Oaxaca, me hizo conectar con la belleza de la tradición de las cocinas mexicanas, con el valor del lujo de lo que parece rústico pero en realidad tiene todo un arte detrás.

Una mujer, que no era mi amiga, me lo mostró, e hizo por mí, creo que sin querer, uno de los actos más nobles que puedes hacer: revelar un tesoro para que alguien más goce del brillo que emana.

’Me recuerda a mi abuela esa canción’, me dijo, y yo no dije nada, sólo sonreí y seguí admirando la combinación de ritmos de aquella oda que en ese momento deseaba escuchar a solas para no llorar con testigos, porque a mí también me recordó a mi nana que cocinó hasta un mes antes de morir, pero ella hacía tortillas de harina de trigo, como una luna llena perfecta.

En 2018, dentro de las Fiestas de Fundación de La Paz, Lila se presentó en el escenario frente al kiosko del malecón. Abrió el espectáculo con su melodía “Mezcalito”; el ballet folclórico del Instituto Tecnológico de La Paz participó en el evento.

Esa noche fue una nueva primera vez, pero en vivo, y al lado de mi hija, a quien yo le mostraba el tesoro. Este próximo 15 de septiembre, en la Noche del Grito de Independencia, la Reina Mixteca se presentará en el palacio de gobierno de Baja California Sur.

“No todos los paceños están de acuerdo con la presencia de Lila Downs”, dice el encabezado de una nota de la publicación web de El Sudcaliforniano, del domingo 18 de agosto de este año. Ojalá que la Noche Mexicana sea un momento de oro para que los que tengan la fortuna de verla en escena se enteren de quién es Lila Downs.

Su música simboliza una lucha por la identidad. Ella lleva un apellido en inglés porque su papá fue Allen Downs, un documentalista estadounidense, y su mamá es Anita Sánchez, una cantante de origen mixteco.

Lila nació en Tlaxiaco, Oaxaca un 8 de septiembre de 1968, y empezó a cantar cuando tenía 8 años, A los 14, tomó clases de voz en Los Ángeles; realizó estudios de ópera y antropología social, pero lo suyo, lo suyo,en realidad, fue la desgarrante y alegre música mexicana de siempre y la de estilo, en la un cacaraqueo va acorde a un sonido eléctrico.

Ella es perfecta para cantar en una noche de orgullo mexicano que nos remonta a la raíz,a lo profundo de lo que somos los mexicanos.

¡Bienvenida a tierra guaycura, Lila Downs!