La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- En la década de los años 90 se comenzó a tener gran resonancia entre quienes realizaban el trabajo de conducir el transporte público en la noche pues alrededor de las 10 y media de la noche o casi siempre ya casi al terminar la jornada laboral veían a una joven sentada en los asientos de los camiones o peseros.
La chica siempre era descrita como tímida de alrededor de unos quince años, la cual siempre portaba su mochila negra y su camisa blanca con un pantalón de mezclilla, pero esta misma por lo menos nunca era vista que subiera a los camiones, era como si se apareciera de la nada y despareciera como un espejismo.
La leyenda de la joven de los camiones y peseros fue tomado a su vez como una forma de visiones o cansancio por estar conduciendo por varias horas o tal vez que era una estudiante que se metía sin pagar.
NO SOLO FUE VISTA POR LOS CHOFERES
Una noche Juan quien era un joven estudiante se había quedado haciendo trabajos de la preparatoria en casa de uno de sus compañeros y se le había hecho tarde, por lo que decidió tomar el último camión de las 10:45 de la noche.
Al momento de pisar un camión del transporte publico sintió como su piel se erizaba sin ningún motivo, pero Juan lo atribuyó al frío que estaba haciendo ese día, pues había llovido bastante, por lo que decidió cerrar la ventana del camión.
De manera casi instantánea una joven risueña se sentó detrás de él, llamando su atención por su belleza y su forma de vestir, para la mala suerte del joven (realmente no) casi llegaba a su casa, por lo que decidió pedir la parada y al voltear ya no había nadie, la joven había desaparecido, este hecho lo asombró pero pensó que esta misma se había ocultado entre la gente.
Al pasar casi tres semanas el joven estaba por tener exámenes y de nueva cuenta se le había hecho tarde, pues no había medido el tiempo y decidió tomar otro camión de otra ruta diferente, pero sus ojos se nublaron cuando volvió a visualizar a la joven en los últimos asientos, el estudiante solo se volteo para pagar el pasaje y la chica ya no estaba.
Al momento de pisar un camión del transporte publico sintió como su piel se erizaba sin ningún motivo, pero lo atribuyo al frío que estaba haciendo ese día"
JUAN JOVEN ESTUDIANTE
El asustado chico sintió de nuevo esa sensación en su piel y comenzó a tartamudear del susto pues solo eran seis personas las que estaban tomando el servicio de transporte y no habían hecho parada, el joven con su timidez pregunto al chofer que si había visto a la chica y este mismo le respondió que no.
El chofer ya sabía sobre las contantes apariciones pero no quería incomodar a los pasajeros con historias que tal vez no crearían.
El chico nunca volvió a tomar el camión tan tarde, pero eso sí nunca pudo olvidar a la bella joven de los camiones y peseros, misma que se esfumaba.
LA LLORONA DEL PARQUE
El parque Cuauhtémoc que está ubicado en las calles Nicolás Bravo y Paseo Álvaro Obregón en la zona Centro contra esquina del Malecón Costero de la ciudad capital siempre ha sido el lugar favorito de jóvenes que realizan distintas actividades recreativas como el Skate y la bicicleta.
Este lugar guarda un sinfín de historias y leyendas que sucedieron décadas atrás principalmente al caer la medianoche y la madrugada pues en la época de los años 70 ya se hablaba que la llorona hacia su aparición cada determinado tiempo.
En aquellos años era muy común que los adultos mayores acudieran a la zona Centro y se quedaran a altas horas de la madrugada, pues era una ciudad segura y por lo regular todos los habitantes se conocían por lo menos de vista.
Un habitante quedo helado al descubrir que tenia de frente a una bella mujer que se elevaba con la punta de los pies y que se iba alejando de él, gritando a todo pulmón “Ay mis hijos”. Al principio el relato del buen hombre causo risas y especulaciones, pues muchos comenzaron a decir que era parte de las alucinaciones de la edad, pero a esa anécdota de terror se le sumarian muchas más.
Recordemos que a unos cuantos pasos del Parque Cuauhtémoc está el Malecón, justamente donde estaba una pareja de enamorados en los años 80, quienes platicaban teniendo como luz a la luna, cuando de pronto ven que una dama se les acerca levitando, simplemente no lo podían creer, por lo que salieron despavoridos del lugar, eso sí los jóvenes relataron e indicaron que la bella dama se dirigió al parque donde se perdió sin dejar rastro alguno.
UN RELATO MUY RECURRENTE
Los relatos durante los años 90 se quedaban en eso, relatos y leyendas pero ninguno en concreto presentaba alguna prueba que afianzara el decir de los testigos, por lo que un vagabundo que tenia meses en la ciudad y que había llegado de otra ciudad del centro del país relataba a todo aquel que lo ayudaba, que una joven que lloraba se presentaba ante él todas las noches y que le gritaba que si donde estaban sus hijos, el hombre simple y sencillamente seguía su camino, pues en su tierra natal decía que las apariciones de mujeres llorando eran algo común y que no le tenía miedo a nada.
Hoy en día, el parque Cuauhtémoc luce remodelado y lleno de vida, pero hasta la fecha hay quienes recuerdan que la tranquilidad que se vive en el sitio, se desvanece al caer la madrugada donde se siente un escalofrío y a la par de ello se pueden escuchar gritos desaforados que se pierden en la mar, misma que guarda muchos secretos.
Algunas personas recalcan que la bella mujer busca cada noche el reloj que antiguamente estaba ubicado en el parque, pues solo ella pudo ver la hora de su tragedia.
LA CASA TAPIADA
En el año del 2018 una de las casas más famosas en cuanto a historias y leyendas se refiere fue demolida, dejando atrás muchas incógnitas sobre lo que décadas atrás había sucedido, pues hasta la fecha la leyenda de la Casa Tapiada o mejor conocida como la Ahorcadita sigue despertando ese morbo cada vez que se pasa por el lugar.
El suicidio de una persona del sexo femenino de unos 40 años aproximadamente levanto todo tipo de cuestionamientos y hasta llegó a ser un escándalo colectivo en la ciudad, ya que hay papeles en los registros judiciales de tal acontecimiento, por ello se tiene que ser muy cuidadoso al hablar de un tema que puede remover sentimientos.
La casa estaba ubicada por las calles Guillermo Prieto e Ignacio Allende en la zona Centro de la La Paz y fue construida de ladrillos rojos que si bien recordamos la gran mayoría de las casas de esa época fueron hechas de ese material, ya que es muy resistente al desgaste de ambientes agresivos y también suele ser muy fresco durante el verano.
Las ventanas eran medianas y permitían ver con exactitud que pasaba dentro de la casa, como también sus habitantes podía visualizar lo que sucedía en la calle. Teniendo en sus adentros dos cuartos grandes y dos pequeños permitiendo así vivir cómodamente, no obstante eso fue impedimento para que una mujer apareciera colgada en la década de los años 50, pues a ciencia cierta hubieron muchas teorías, ya que unos arrojaban suicidio, otros un robo con asalto y los mas insensibles que por motivos familiares.
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SUCESOS PARANORMALES
A partir de ese suceso se empezaron a sentir todo tipo de acontecimientos paranormales ya que la emblemática casa siempre estaba en renta pues las personas que llegaron vivir en ella no aguantaban mucho tiempo y salían casi casi corriendo, contando historias que eran increíblemente inexplicables para esa época.
Por su parte, vecinos de la Casa Tapiada en aquellos años hicieron mención que en el día parecía que estaba habitada, ya que se escuchaban voces, ruidos y que en ningún momento daba el aspecto de estar deshabitada.
Nunca faltaron los jóvenes que se la pintaban de la secundaria o preparatoria para ingresar a la ya mencionada casa, eso sí hacían mención que se sentía una vibra muy extraña y hasta llegaron a sentirse tristes, por lo que optaban por retirarse, pero nadie se atrevía a ingresar de noche.
Hasta la fecha hay quienes indican que la energía que emana el lugar es muy fuerte y que por ello la casa había sido demolida y también que se quería dejar atrás todas esas historias que impedían su venta.