La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- Leila Fittipaldi, una mujer fuerte y emprendedora de nacionalidad Argentina, quien tomó la decisión de ser coach de vida a la edad de 30 años, cuando empezó a descubrir este camino que implica ser coach, para ayudar a la gente a lograr sus objetivos a corto, mediano y largo plazo al alcanzar las metas, trabajando en la parte física pero también mental y emocional, comentó que tiene 8 años dedicándose por completo a este trabajo el cual le ha dado muchas satisfacciones a nivel personal y profesional.
“Yo tenía 30 años cuando empecé a descubrir esto, noté que tenía mucha facilidad y me gustó mucho poder ayudar a más gente, empecé a dedicarme a ser coach a los 33 años, actualmente tengo 38 años y me encanta ser coach de vida, es un sueño hecho realidad. El ejercicio es necesario para liberarnos de toda la carga que llevamos encima, no es solamente un tema físico sino también un tema emocional de poder desconectarnos un rato de los problemas”.
“Mi trabajo es ser coach de vida, tengo una academia online como coach, parte de la coherencia de predicar lo que digo es cuidar no solamente lo mental, lo emocional sino también lo físico, cuidar tu cuerpo y tu mente. Soy coach de personas, de empresas y apoyo a la gente para lograr sus objetivos. Se trata de cambiar de un estado actual a un estado deseado, implica mucho liderazgo tanto personal como grupal”.
“El coach te mueve de donde estás a un universo de posibilidades. Yo nací en Mar del Plata, Argentina, pero tengo 3 años en México y un año en la ciudad de La Paz. La vocación de ser coach nació hace algunos años, empecé leyendo varios libros, estuve en algunos cursos, poco a poco entendí que esto era mi camino, era buena en lo que hacía, generaba muchos resultados en la gente, decidí dedicarme de lleno a esto, que es mi pasión y mi camino”.
Al ser coach de vida entendió que necesitaba trabajar no solo la parte teórica o emocional, sino también trabajar lo físico haciendo rutinas y ejercicio constante, dedicando algunas horas a ejercitarse físicamente, para poder inyectar esa energía en la gente. “Es parte de sacarnos las mochilas del pasado, el estrés y todo lo que no necesitamos. Hacer cualquier tipo de ejercicio, ir a un gimnasio, caminar, correr, nadar, todo eso ayuda y beneficia al cuerpo”.
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“Lo más difícil de estar en México es dejar a la familia, los amigos, las amistades, esa es la parte más complicada de estar en otro país que no es el tuyo. Pero es un sacrificio a cambio de un sueño por un futuro mejor, para poder apoyar a más gente. Estuve por varias ciudades de México, todas muy hermosas, pero como soy de Mar del Plata necesitaba mar y conocí La Paz, me encantó y por eso elegí esta hermosa ciudad llena de mar”.
“Estuve un tiempo en Cabo San Lucas pero me gusta mucho más La Paz porque tiene mucho más vida, desarrollo, aparte del turismo, paseos, industria, educación, comercios, tiene mucha más vida habitual que Los Cabos. Cuesta más pensarlo que hacerlo, esa es mi frase, muchas veces nos quedamos pensando en las cosas en vez de hacerlas de una vez y que toda la vida es ahora”.