La Paz, Baja California Sur.- Existen personas que nacen débiles visuales o ciegos que enfrentan este mundo con dificultad pero con un tanto de normalidad, sin embargo, esta realidad es muy diferente para quienes después de tener una vida normal, adquirieron algún tipo de debilidad visual o ceguera, como es el caso de Emanuel Azcárraga Acosta, quien es parte del Colectivo Pro Ciegos.
Emanuel cuenta que él tenía su vida realizada, se desempeñaba como contador de manera independiente cuando de manera sorpresiva perdió la vista, algo que a cualquiera le puede pasar ya que no hay una causa a la que se adjudique la ceguera sino muchísimas, desde un accidente hasta un síndrome, etcétera.
Prontamente empezó a tomar clases de computación adaptada para personas ciegas en el CECATI, en donde encontró a más compañeros y se dio cuenta que no estaba solo.
Ahí vio la oportunidad de incluirse al mundo laboral, pero esto no ha sido nada sencillo a pesar de contar con su carrera profesional y poseer capacidades computacionales, este software especial así como la infraestructura necesaria para emplear a una persona ciega, no son prioridad en las instituciones y empresas, además de que estas son muy caras; esta situación repercute muy fuertemente en el ánimo de las personas ciegas, quienes están ávidas de activarse laboralmente pero no encuentran las condiciones para hacerlo.
Vivió el luto de perder su vista, y al borde de caer en la depresión, es diagnosticado con insuficiencia renal, que se ha traducido en la necesidad de un trasplante de riñón y una hemodiálisis cada tercer día, por lo cual se dio cuenta que al contrario de deprimirse, debía esforzarse más por salir adelante, por lo cual emprendió una rápida adaptación, desarrollando técnicas para desenvolverse en la vida, “desde que amanece hasta que anochece, todo lo tienes que adaptar a tu situación actual, y cada uno lo hace diferente”.
READAPTACIÓN LABORAL
Prontamente empezó a tomar clases de computación adaptada para personas ciegas en el CECATI, en donde encontró a más compañeros y se dio cuenta que no estaba solo.
Ahí vio la oportunidad de incluirse al mundo laboral, pero esto no ha sido nada sencillo a pesar de contar con su carrera profesional y poseer capacidades computacionales, este software especial así como la infraestructura necesaria para emplear a una persona ciega, no son prioridad en las instituciones y empresas, además de que estas son muy caras; esta situación repercute muy fuertemente en el ánimo de las personas ciegas, quienes están ávidas de activarse laboralmente pero no encuentran las condiciones para hacerlo.
LA MAYOR DIFICULTAD
Entre el mundo de obstáculos que se presentan, el más difícil es moverse, por más sencillo que parezca, salir a la calle es todo un reto, pues estas no están en condiciones y presentan desde banquetas en mal estado y obstruidas; hasta una sociedad poco sensible que no tiene el interés por comprenderlos y ayudarlos.