La Paz, Baja Californias Sur.-El albergue Mamá Benita durante 22 años ha ayudado a un incontable número de personas que carecen de un hogar o que fueron violentadas.
El albergue para mujeres niños y adultos mayores víctimas de violencia "Mamá Benita" ubicado en la colonia Indeco de La Paz es atendido por tres mujeres. En el 2018, Benita Sabino Morales, de 62 años, y quien sufrió violencia de género en el pasado, reconocieron su labor en el Congreso del Estado otorgándole la medalla al mérito María Dionisia Villarino Espinoza.
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El albergue de Mamá Benita recibe a todo tipo de personas debido a que no existe en el Sistemas Estatal y municipal DIF un programa de rescate a personas indigente, de tal forma que incluso las instituciones de asistencia se ven favorecidas por el lugar el cual brinda alojamiento gratuito, tres comidas y la oportunidad de que las 35 personas albergadas puedan recuperar su dignidad y puedan incluso trabajar.
Como es el caso de Pedro García un trabajador migrante nacido en San Luis Potosí quien emigró a La Paz para trabajar en el campo agrícola "los árabes" de esta ciudad, explica que ya estando en la capital sudcaliforniana le rebajaron la cantidad de dinero acordada por lo cual no firmó el contrato y pasó 4 días durmiendo a la intemperie en el monte hasta que fue recogido por el DIF de La Paz de donde fue enviado a este sitio.
“Allá en el monte en donde dormía me robaron mi dinero, y mis papeles para trabajar pero gracias a que mamá Benita que confió en mí me albergó, me dio de comer, me dio trabajo hoy ya pude tramitar mi acta de nacimiento y poco a poco podré recuperar el resto de mis papeles que son necesarios para trabajar estoy muy feliz de estar aquí y me siento seguro”.
Mamá Benita explica “llegó todo sucio con el cabello largo y me dijo necesito trabajar claro que sí pero primero vete a dar un baño te voy a cortar el cabello y luego te voy a buscar en que puedes trabajar” explicó que el albergue se sostiene con donativos de personas de buena voluntad pero principalmente con la venda de churros, raspados y vasos de elotes por lo cual para apoyar a Pedro se le contrató para la venta de churros en la calle.
Destacó que a ella no le gusta estar pidiendo cosas más bien se dedica a trabajar vendiendo churros, tamales, raspados, elotes y con eso sostienen el albergue. Ella es una mujer casada y con 5 hijos uno de ellos abogado “me dicen mis hijos ya deja el albergue pero a mi me hace muy feliz” explica que tiene más de 40 años en La Paz.
El albergue se compone de dos dormitorios comunitarios, uno para mujeres y otro para hombres, cuenta con una cocina comunitaria en donde además de dar alimentos a todos los albergados también se le da de comer a las personas que se acerquen a pedir que le den de comer el lugar es la casa de Mamá Benita y funciona como albergue desde hace 22 años afirma “esta es mi vida me gusta atender a la gente eso me levanta ”.
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El albergue de Mamá Benita no solo ayuda a las personas con alojamiento y alimentación también le da sentido humano a las personas que conviven ahí, recientemente una de las personas que fue rescatada de las calles y estuvo alojado en el albergue se acercó a Benita y le dijo “Mamá Benita fuiste un ejemplo para mí constituí una asociación civil sin fines de lucro, enseñó a leer y el oficio de la carpintería y todo salió de aquí de ti”.
El encargado del dormitorio de los varones es Héctor una persona invidente, desde hace 5 años perdió la vista a causa del glaucoma se enteró del albergue por el radio cuando la entrevistaron a Benita por motivo de la obtención de la medalla “anoté el número y pues ahora aquí estamos”, además de atender el dormitorio borda bolsas y monederos para vender, explica que para este invierno una de las necesidades del albergue son cobijas.