César Garibay es originario de Mexicali pero lleva 13 años viviendo en Los Cabos donde trabaja lavando carros, sin embargo desde hace 3 años, en su tiempo libre y cuando junta un buen dinerito, se acerca a la playa donde lo esperan los lobos marinos para que los alimente.
Al inicio menciona que sólo había “adoptado” a un lobo al que visitaba y alimentaba debido a que éste estaba acostumbrado a que lo alimentaran y de repente un día dejaron de hacerlo, por lo que hacía grandes ruidos para que alguien le llevara de comer y él decidió desde ese día usar lo que había obtenido de su trabajo para llevarle algo, y desde ahí se ha hecho gran compañero de estas especies que abundan en los alrededores de la marina de Los Cabos.
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Al poco tiempo de estar ahí menciona que fue corrido, sin embargo actualmente se encuentra con los lobos en una playa aledaña a la marina en donde los alimenta, convive con ellos y aprovechando el acercamiento ha aprendido a ayudarlos para retirar de sus cuerpos cualquier plástico, red o piola que los lastime.
Menciona que a pesar de que no tiene un horario ni un día establecido apenas llega a la playa y no pasan ni 5 minutos cuando los lobos poco a poco se empiezan a acercar, “se dan sus vueltas”, algunos se dejan tocar, hay otros que no, mismos con los que batalla más cuando les quiere salvar de algo que los esté lastimando.
César Garibay menciona que mucha gente dice que se necesita más gente buena como él, sin embargo él responde que sí hay gente buena, sólo que no está haciendo nada, por lo cual invita a la gente a levantar la basura tirada en las calles y playas que terminan en el mar y pide que lo dejen estar en donde está actualmente, con los lobos, haciendo una noble labor aprovechando el gran vínculo que ha logrado hacer con ellos.