La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- Junio es el mes del orgullo y de la diversidad sexual, un mes que recuerda en todo momento una de las frases más representativas dentro de la comunidad LGBT+: Amor es amor. Fue en los preparativos de la gran y tradicional marcha por el Pride cuando Samantha González y Marybel Ramírez se conocieron, jamás se imaginaron que su activismo social las llevaría a conocer el amor y compartir sus vidas en matrimonio.
“Al principio fue difícil aceptar mis sentimientos por ella, pensaba en mi familia, mis amigos, la sociedad y a lo que nos tendríamos que enfrentar, pero al final quería compartir mi vida con Sam y no dejaría ir esa oportunidad” dijo Marybel.
Les bastó una salida a solas para darse cuenta de que existía una atracción especial mientras hablaban en una cafetería sobre materias para titularse de una licenciatura, terminaron hablando seguidamente por cuatro horas sin querer despedirse. “Ahí supe que quería estar más tiempo con ella, todo lo que fuera posible” señaló Samantha.
Tolerar actos discriminatorios por parte de la sociedad por tomarse de la mano en espacios públicos, trabajar en las marchas y manifestaciones, tanto de la comunidad lgbttti+, cómo de los movimientos feministas en las que participan, sobre todo al hacer activismo dentro del congreso del estado, dónde muchas personas han sido especialmente irrespetuosas y agresivas, son de los principales retos a los que se han enfrentado como pareja.
Hay algunos espacios donde aún nos sentimos inseguras y preferimos no tomarnos de la mano por seguridad
En el año 2019, Baja California Sur se convirtió en uno de los estados de la república mexicana en decirle sí al matrimonio igualitario después de mucho esfuerzo y lucha por parte de organizaciones civiles y colectivas, este derecho pudieron ejercerlo Samantha y Marybel, un 17 de noviembre de 2021, el camino para llegar al matrimonio tuvo algunos percances, pero al final pudieron vivir uno de los momentos más especiales en sus vidas.
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“En el registro civil nos atendieron muy bien, lo complicado fue que mi pareja era de otro estado y conseguir su constancia de soltería de allá fue muy complicado, los gestores cobraban muy caro, pero al final mi suegra nos pudo conseguir el documento. Debido a la pandemia tuvimos que esperar dos años, a qué se reactivarán las actividades en el registro civil”.
Sam y Mary han mostrado a la sociedad que la vida se tiene que vivir sin prejuicios, que toda pareja puede compartir su vida con la persona que ama en plena libertad, sin tener que vivir una vida que no quieres.
“Si seguimos esperando que la sociedad o la familia esté lista, moriremos esperando. "No existe el momento perfecto, solo existe el presente, se valiente y ¡Vive tu libertad!”.