La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- El señor Eduardo Duran, comentó que desde muy pequeño vendía paletas y chicharrones en la calle debido a la necesidad en la familia, la boleada ya le llamaba la atención y era un buen oficio en ese tiempo.
Actualmente tiene 25 años en el oficio y 20 años trabajando en el Jardín Velasco, expresó que las ventas han bajado en un 50% por la situación de la pandemia, pero que este año 2021 ha sido uno de los más difíciles debido a que han fallecido varios de sus clientes, muchos de los cuales eran considerados como sus amigos.
“Ha sido un año muy difícil este 2021, a raíz del Covid-19 han fallecido muchos clientes, clientes que teníamos desde hace 20 años, que más allá de ser clientes pues se volvieron conocidos o amigos, muchas amistades entre ellos abogados, maestros, médicos, pues no respetó gente mayor, no hubo distingo en ese aspecto, muy difícil superar una pérdida humana”.
La situación económica ya era difícil porque venían arrastrando bajas ventas desde el 2019 con la remodelación del Jardín Velasco: “Desde octubre nos remodelaron el parque, cerraron las calles aledañas y esta zona económicamente quedo muy golpeada, se empieza a normalizar un poco en diciembre, vuelven a cerrar para pavimentar esta calle, ya llega el 2020 con la pandemia y han sido puras pérdidas humanas”.
AFECTACIÓN
“La calle que arreglaron nos ha afectado principalmente porque es una de las calles principales aquí del Centro, es de las pocas calles que atraviesa la ciudad, fueron prácticamente 6 meses con la calle cerrada en una obra que nomás no terminaban, muy lenta e inconclusa. Quedó como muy chiquita la calle, muy reducida le quitaron un carril de estacionamiento y el de circulación sí se restringió mucho”.
Una boleada normal tiene un costo de $40 pesos incluida la tinta, el fuerte y una buena boleada. Hace 10 años se cobraba en $30 pesos la boleada normal y $40 pesos con la tinta incluida. “Empezamos a cobrar parejo porque a veces se nos hace caro pagar un poquito más, pero se nota en la boleada de $30 pesos, que no queda tan bien como una con tinta de $40 pesos, la falta de tinta se nota, también hacemos cambios de color, pero esos cobramos un poquito más caro”.
Los meses de agosto y septiembre son los meses más flojos del año para el oficio de la boleada: “Se entiende un poco que esté tranquilo, pero si ha habido una leve mejoría a raíz más que nada de que abrieran la calle eso es lo que más nos ha beneficiado”.
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“No hubo tianguis navideño, la familia de aquí del Centro sí se las ha visto muy golpeada, me estaba comentando un amigo que tiene un amigo allá abajo, no pagaron el recibo de la luz dos meses y comisión les cancelo su contrato de luz, tienen que liquidar el adeudo y hacer un contrato nuevo entonces si les ha pegado bastante”.
Se han visto afectados por la cuestión de no haber clases presenciales: “Los maestros ya no se vienen a bolear, se llegan a bolear uno o ninguno a la quincena, a veces vienen nada más una vez al mes, nos baja mucho la venta. Los abogados igual porque también ya se mueven muy poco, en el Tribunal Superior el acceso está muy restringido, las audiencias son en línea, todo eso les facilita a ellos mucho el trabajo, pero a nosotros si nos afecta”.
Expresó que sus padres son de Oaxaca de un pueblito llamado San Martin Peras, pegado a la Sierra de Guerrero. Él nació en Villa Insurgentes Baja California Sur, en El Valle, pero la familia se considera paceña, afortunadamente están bien de salud. Desafortunadamente la cuestión económica es la que sigue golpeando a la ciudadanía paceña.