La Paz, Baja California Sur.- El Día de Muertos en Sudcalifornia, aunque comparte elementos con las celebraciones en otras partes de México, tiene un carácter local que convive con el Halloween, pero sí se convierte en una oportunidad para recordar a los seres que se han ido.
La media península se viste de color y tradición para honrar la memoria de quienes más quieren y extrañan. Desde La Paz hasta los pequeños pueblos, la población se prepara para esta celebración, que surge de una fusión cultural entre el misticismo mexicano y el catolicismo.
No obstante, se dice que, en Sudcalifornia, Halloween solía celebrarse más que el Día de Muertos, lo cual es un dato histórico y cultural relevante en la región.
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FUSIÓN CULTURAL
Víctor Hugo Caballero Gutiérrez, titular del Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), explicó que cada 2 de noviembre, desde hace 21 años, el Teatro de la Ciudad de La Paz se convierte en un recinto cultural y artístico para celebrar esta festividad que nos representa como mexicanos. Es, a su vez, una oportunidad para que la comunidad extranjera aprenda y reconozca el valor de este evento.
Las actividades comienzan con la creación de las tradicionales ofrendas, un elemento central de la festividad, complementadas con presentaciones artísticas, vendimias, calaveritas literarias y exhibición de altares. Estos altares, adornados con flores de cempasúchil, velas y fotografías, se llenan de los alimentos y objetos favoritos de los difuntos.
Caballero Gutiérrez agregó que los flujos migratorios, particularmente hace 30 o 40 años, junto con otros sucesos históricos, dieron como resultado la celebración de este festejo en Baja California Sur.
“El año pasado tuvimos más de 6,000 asistentes al festival de Día de Muertos; fue una extraordinaria respuesta por parte de la gente. (...) Sin duda, la festividad del Día de Muertos es originaria del centro y sureste del país. Esta cuestión tiene que ver con un mimetismo entre la cultura ancestral de los pueblos originarios y la colonización. Baja California Sur no tenía propiamente un arraigo”, precisó Caballero Gutiérrez.
La explosión demográfica, el proceso migratorio y la conformación de una identidad regional, así como los programas educativos en las bibliotecas federales, influyeron para que en un inicio Halloween fuera más celebrado que el Día de Muertos en la región. Sin embargo, hoy en día, ambos festejos se han fusionado, comentó el titular del ISC.
“Incluso, en la zona de Los Cabos, hace más de 30 años, se celebraba mucho más el Halloween que el Día de Muertos. Había una presencia más fuerte de la celebración anglosajona que de la mexicana, pero hoy, toda la fuerza cultural del Día de Muertos, en ciertos sentidos, se presenta casi como antagónica al Halloween. Sin embargo, las expresiones culturales son muy diversas, y en esa diversidad radica gran parte de la riqueza”, señaló Caballero Gutiérrez.
En Los Cabos, el evento naútico Altares en el Mar, en su cuarta edición, se celebrará el sábado 2 de noviembre a las 18:30 horas. “Este nació para que el turismo que visita este polo de playa se lleve esa bella tradición mexicana”, señala Guillermo Rivelino, director de festivales náuticos en México
La libertad de manifestación de ideas, cultos y expresiones culturales es respetada en la región, aseguró Caballero Gutiérrez. Sudcalifornia se caracteriza por esta fusión cultural; “podríamos decir que el Día de Muertos es una celebración culturalmente más rica e integradora que el Halloween; pero Baja California Sur ha tenido su propio proceso”.
Así como se celebra en la explanada de la Unidad Cultural Profesor Jesús Castro Agúndez, mejor conocida como la explanada del Teatro de la Ciudad de La Paz, todos los municipios rinden homenaje a esta celebración. Tal es el caso de Los Cabos, con un desfile náutico que, bajo la coordinación del ISC, se llevará a cabo en la marina de Cabo San Lucas. En él, habrá un espectáculo artístico y cultural alusivo a esta festividad.
SIGNIFICADO DE LA MUERTE ANTES DE LA COLONIZACIÓN
Baja California Sur ha sido testigo de diversos asentamientos migratorios. “Después llegaron piratas, luego muchas expediciones de diferentes partes del mundo que estuvieron en contacto con los antiguos Californios… Luego, obviamente, vino el periodo de colonización española, que fue complejo y violento. Pero hoy, todo forma parte de nuestra cultura”, comentó Caballero Gutiérrez.
Las comunidades nativas del estado consideraban la muerte no como un fin absoluto, sino como un paso hacia una nueva forma de existencia. Así lo demuestran los estudios históricos sobre entierros y tumbas.
Alejandro Telechea, catedrático y director del Archivo Histórico de Baja California Sur, recalcó la información encontrada sobre objetos que se llevaban consigo para “la otra vida”, como herramientas para la cacería y otras actividades económicas de los nativos.
Las comunidades nativas también asociaban el espíritu de los fallecidos con elementos de la naturaleza. Sin embargo, esa relación simbólica se transformó con el paso del tiempo y la llegada de nuevas influencias culturales, como los relatos de misioneros y jesuitas españoles.
DÍA DE MUERTOS COMO ELEMENTO TURÍSTICO
La Asociación de Oaxaqueños Radicados en Baja California Sur, tal como lo comenta su presidente, Silvianito Ordaz Toral, ha desempeñado un papel importante en la consolidación de esta festividad. Destacó que el Día de Muertos es una tradición muy significativa en el estado de Oaxaca. Comentó que “trabajaremos en equipo con la Dirección de Cultura Municipal, la Dirección de Asuntos Indígenas y Afromexicanas, junto con la IV regiduría”, acciones que se realizan anualmente.
El Día de Muertos también se ha convertido en un atractivo turístico de gran relevancia, especialmente porque noviembre es temporada alta de visitantes, enfatizó el titular del ISC.
“Como elemento artístico, cultural y turístico, la celebración del Día de Muertos es una de las más admiradas y apreciadas en Baja California Sur, tanto en forma como en fondo”, explicó.
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UN ALTAR PARA RECORDAR LA VIDA EN CASA
Tanto el 1 como el 2 de noviembre, los mercados locales se llenan de ventas de pan de muerto, calaveritas de azúcar y papel picado, entre otros símbolos tradicionales. Las familias acuden a los panteones para decorar las tumbas de sus seres queridos.
Aunque también hay quienes prefieren montar un pequeño altar en casa, reunidos para recordar a quienes ya no están. Si bien esta no es una costumbre tan arraigada en el estado, cada vez más personas adoptan esta tradición cultural.
