La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El Párroco, Bernardo Sanchez Rosas, de la Parroquia San José del Esterito, narró cómo fue su historia donde el llamado de dios lo llevó a servir por 10 años en su devoción y vocación al servicio de la iglesia, en su compromiso por la fe. Así mismo, comentó que actualmente el aforo es del 80% en la parroquia San José del Esterito, donde nos invita a continuar con las medidas de higiene y salud, debido a que el virus desafortunadamente no se ha ido, pero debemos de entrar a una Nueva Normalidad continuando con nuestras múltiples actividades.
“Soy Párroco, por vocación y devoción en mi compromiso a la fe de dios, tengo 5 años y 10 meses aquí en la parroquia del Esterito, anteriormente serví en otras iglesias de la diócesis, fui vicario en Catedral. Yo creo que desde niño, uno va participando en los grupos, en las comunidades eclesiales cruciales, y en la participación. Lo va llevando a uno a plantearse la posibilidad de abrazar esta vocación, entra uno a un proceso de discernimiento vocacional que se desemboca, enfoca en darte cuenta de que sientes que es la vocación la cual te llama, o bien en otros casos de ver otra posibilidad de realización de compromiso en la fe”.
Nueva Normalidad
“En la sociedad en general vamos viendo qué compromisos y qué actividades vamos pudiendo asumir, pero sobre hemos descubierto en esta nueva normalidad que tenemos todavía el problema. El virus todavía circula y si no nos cuidamos en cualquier momento puede dispararse, pero si nosotros seguimos los mecanismos del protocolo que nos marcan, por ejemplo la Secretaría de Salud, es muy probable que podamos tener más control sobre la Pandemia. Que eso no afecte las actividades, los compromisos de la vida diaria. En el templo tenemos más afluencias de los feligreses, tenemos un aforo del 80%, si continuamos con actividades de higiene reducimos drásticamente la posibilidad de contagiarnos”.
Asumiendo nuestro compromiso de continuar con los protocolos adecuados de sanidad, podemos continuar con nuestros compromisos de trabajo, actividades diarias e incluso las actividades religiosas en el compromiso de la iglesia. “Incluso del esparcimiento o la diversión, hemos probado que podemos restablecer una determinada normalidad en relación a un antes de la pandemia, sin arriesgarnos y sin poner en riesgo a nadie”.
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Dentro de las actividades próximas se tiene contemplado celebrar el Día de los Fieles Difuntos, el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre. “Vamos preparando propiamente la celebración al anotarnos en la oficina parroquial, la fecha más próxima a los fieles difuntos, si hubiese una demanda que pudiera saturar la celebración del templo, lo que hemos hecho y se nos ha dicho, ampliamos el número de celebraciones para que no se saturen las que ordinariamente se tienen. Tenemos un aforo del 80% con todos los cuidados, el 1 y 2 de noviembre. Iniciamos un periodo de preparación de la Navidad a finales del mes, que es el adviento y luego la Navidad”.
Continúan transmitiendo vía Facebook la misa dominical de las 11 de la mañana, los domingos con un alto número de reproducciones. “Hemos descubierto que si nos cuidamos, podemos realizar muchas actividades que teníamos antes de la Pandemia, entre ellas las actividades religiosas. El virus está ahí pero con bajo perfil, según las estadísticas está presente todavía. Si incurrimos en faltas de irresponsabilidad, no mantenemos estos controles para evitar la transmisión, tendríamos que dar marcha atrás y cerrar instituciones, lugares de recreo, restaurantes y templos”.