La Paz, Baja California Sur.- El característico sonido que emiten las campanas de la Catedral de Nuestra Señora de La Paz, es conocido por su reclamo para la asistencia a las misas que se ofician todos los días
Las campanas son manipuladas por un sacristán (una persona que presta un servicio a su comunidad católica, encargándose del mantenimiento y aumento de las cosas sagradas que se usan para el culto de Dios, y de la conservación material de la capilla o iglesia).
TOCAR A MISA
El toque inicial va seguido del resto de las señales: en primer lugar “la una” (una única campanada), “las dos” (un par de campanadas), posteriormente y finalmente “las todas” (quince o veinte campanadas seguidas), tras “las todas”, comienza la misa diaria.
Cabe destacar que el sacristán es quien guarda sigilosamente la llave donde están las campanas.
El repique de campanas es una señal que la Catedral utiliza para anunciar festividades o celebraciones importantes para la grey católica, como es la Semana Santa
En el caso del Jueves Santo se da la connotación de que quedarán enmudecidas hasta que llegue la resurrección de Jesucristo, y al llegar tan esperado momento, otra vez hay un repique de campanas.
CAMPANAS Y OLOR A LAUREL
El domingo de Ramos, marca el punto de partida de una semana en la que se mezclan dos grandes tradiciones litúrgicas, una de pasión y la otra de gloria. Este día, el repiqueteo de las campanas es especialmente festivo.
Las campanas, al ser una aleación de bronce y estaño, son elementos que con la sal se van deteriorando, por lo que ni bien terminan de limpiarse cuando vuelven a tener óxido.
A este efecto se le conoce como corrosión (deterioro que sufren ciertos materiales por la acción de agentes químicos, muchas veces presentes en el ambiente, como es el caso de la sal).
Sin embargo, a pesar de la presencia de esta sustancia el sonido de las campanas no es afectado, por lo que ocasionalmente se limpian.