Capitán de la Viosca, José Pettit enalteció a BCS

Fue un marino mercante que hizo historia al llevar una vida dedicada a la navegación

Katz Cubero | El Sudcaliforniano

  · domingo 27 de junio de 2021

Una tradición familiar por ser hombres de mar. Foto: Julián García | El Sudcaliforniano

La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Esthelita Pettit Cabrera narra una historia legendaria sobre su abuelito, José Pettit Patrón, quién desde muy jovencito dedico su vida a ser un hombre de mar, siempre estuvo muy orgulloso de ser un Marino Mercante, pero su mayor orgullo fue ser el primer Capitán de la Viosca.

José Pettit Patrón empezó su vida de marino a muy corta edad, al iniciar su aventura en la vida del mar, siendo pionero de la navegación mercante en Baja California Sur. Tuvo el honor de ser el Capitán de la Viosca: “El precisamente trajo ese barco de San Pedro Baja California para la empresa, él siempre fue capitán de ese barco hasta que ya por su edad mi padre lo bajo del barco, cuando ya estaba muy ancianito”.

La Teneria Viosca

“Transportaban de una empresa muy grande que le llamaban la tenería Viosca, manejaban muchas pieles, diferentes artículos. De allá del macizo Continental traían alimentos porque en ese tiempo aquí se consumía lo local, pero hacían falta alimentos que ellos manejaban del macizo Continental. Mi abuelo viajo mucho a Mazatlán, a Colima, y a los principales puertos del Pacífico”.

Esthelita contó que hace más de 60 años que falleció su abuelito, sin embargo, esta historia representa todo un orgullo para la familia Pettit. “Mi abuelo fue él Capitán de ese barco tan importante en aquel entonces, todo el tiempo fue su vida. Eran pocos los barcos que atravesaban el macizo Continental, así lograban traer las mercancías del interior del país”.

La tenería era la fábrica donde se curtían y trabajaban las pieles, tuvo un auge de una época de prosperidad. Era proveedora de la baqueta para las botas, fornituras, guantes, chamarras, cintos y otros accesorios que portaba la milicia. La Viosca fue legendaria, un barco de la Marina Mercante, propiedad de la Tenería Suela Viosca, la primera industria más importante en vaquetas de calidad, dio fama a nivel nacional e internacional a Sudcalifornia.

Esta transportaba pasaje, carga, cueros de ganado, entre otras mercancías de calidad a principios del siglo XX, en 1902, al establecerse una sociedad entre 3 de los hombres más adinerados de la ciudad: Santiago Viosca del Solar, Antonio Ruffo Santa Cruz y W.H. Rocholl.

“Mi abuelo fue de los marinos que iniciaron esas travesías en Baja California Sur conjuntamente con otros grandes capitanes. Siempre se distinguió por ser un hombre muy recto, que le gustaba mucho enseñarle a la gente, muy generoso, porque cuando algún marinero se quedaba por allá, el siempre se hacia cargo ayudaba a las familias con lo que él podía. Tenemos un legado en nuestra familia Pettit muy grande por parte de mi abuelo”.

Cuentan sus amigos de él, que le vendió el bote Urano a Fernando Jordán, al principio no se lo quería vender, él se motivó porque Fernando Jordán fue una persona que escribió mucho sobre Baja California, de esa manera el le vendió ese bote.

“Su padre lo bajo del barco ya muy anciano, lo tenían que bajar sus familiares a la orilla del mar a estar viendo el mar, así él se sentía muy bien. Fue muy difícil para el desprenderse de su vida de marinero, fue una persona que en el barrio todas las personas le tenían mucha estimación, una persona muy correcta”.

“En ese entonces no había Ayuntamiento, ni registros civiles, el fue mestizo de francés, su esposa era una mujer de Loreto, de haya viene la descendencia Pettit, tenía 4 hermanos. Todos los Pettit de Baja California Sur somos de la misma rama de Francia. No tenemos datos de donde nació, pero toda su vida vivió en una casita por la calle Belisario Domínguez, en La Paz”.

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Los barcos zarpaban por el Muelle Fiscal, la mayor parte de la familia fueron gente de mar, otros se han dedicado a diferentes labores, pero los más antiguos por tradición dedicaron su vida al mar. “Mi padre quiso seguir la carrera del mar, pero en ese tiempo acababan de hundir un barco de la flota mexicana por una guerra, entonces por precaución cuando era jovencito, su padre le prohibió dedicarse al mar”.