La Paz, Baja California Sur.- La maestra jubilada Ninfa Yolanda Rojas Talamantes, de 89 años, cuenta que su bisabuelo Jesús Talamantes, de origen español, llegó a México proveniente de una de las provincias de Valencia, España, como visitador de los centros mineros más importantes del norte de México.
Lee: Casas "viajeras", una herencia francesa que llegó a La Paz [Galería]
Durante su vida, su bisabuelo supervisó las minas de Real de Catorce en San Luis Potosí, Compañía Minera de Cananea en Sonora y algunas minas en San Francisco, California, en Estados Unidos, para luego establecerse en Baja California Sur, en donde supervisó las minas de San Antonio y el Triunfo.
Durante muchos años permaneció en la biblioteca de su casa un libro que ella siempre pensó que era la biblia de su abuelo. Un día la abrió pensando encontrar la palabra de Dios, pero lo que encontró fue la palabra de Miguel de Cervantes Saavedra con una de las primeras ediciones de la obra El Ingenioso Hidalgo, Don Quijote de La Mancha.
Respecto a la obra maestra de la literatura que perteneció a su abuelo, explicó que actualmente se encuentra cuidadosamente empaquetada y lista para ser enviada para ser resguardada por uno de sus familiares más cercanos, por tal motivo no puede ser mostrada para ser fotografiada.
UNA RELIQUIA QUE RESGUARDA OTRA RELIQUIA
La casa de la maestra está pintada de color verde limón y se ubica en la esquina de Nicolás Bravo y Aquiles Serdán, con la característica de que en la parte alta, en la esquina anuncia el cumplimiento de sus primeros cien años 1917-2017, la residencia fue construida por orden de su abuelo don José María Talamantes Mendoza en el año de 1917.
La historia de la casa cuenta que cuando su abuelo quiso establecerse en La Paz, su esposa le advirtió que ella no deseaba llegar como arrimada a casa de su suegra y por ese motivo le pidió a su esposo que construyera una casa, para ellos la casa fue construida por Gerónimo Castro, abuelo del actual secretario particular del gobernador, Omar Castro Cota.
El terreno original medía 50 metros por la calle Nicolás Bravo y 100 metros por la calle Aquiles Serdán y actualmente la casa no tiene el tamaño original, ya con el tiempo los residentes fueron vendiendo en partes el terreno. A pesar de ser antigua, reconoció que su casa no es de las más antiguas de La Paz, ya que existen por esas mismas calles, tanto por la calle Nicolás Bravo y Aquiles Serdán
“Aquí antes de construirse la casa era como una parada de autobús, solo en vez de autobuses amarraban los carruajes tirados por caballos”, compartió.
En este lugar había piedras de cantera muy grandes y durante la construcción de la casa los trabajadores de la obra encontraron un cuello de botella o de cántaro con rostro europeo que parece de la época de los griegos o romanos. La pieza es resguarda como una reliquia, a pesar de no estar datada profesionalmente.
LAS CASAS MÁS ANTIGUAS DE LA PAZ
El cronista de la ciudad, Amado Heredia, explicó que las casas más antiguas que existen en la ciudad de La Paz, actualmente se ubican en la zona cercana al Mercado Madero ubicado en calle Revolución de 1910 entre Melchor Ocampo y Santos Degollado, en la parte elevada del primer cuadro de la ciudad de La Paz, donde se localizaba antiguamente la zona militar.
Explica que actualmente todavía existen en pie muchas de las primeras casas que se edificaron en la antigua ciudad de La Paz en zonas donde vivían las personas más adineradas y en otras zonas donde vivían las personas de condición financiera más modesta.
Leonardo Reyes Silva, en su libro “Crónicas, calles y monumentos de la ciudad de La Paz", menciona a las calles Obispado, Central, Comercio, Progreso, Puerto, Mijares, Delicias, Medellín, Libertad como las más antiguas de la ciudad, con registros de 1861, ubicadas en esa zona la más antigua de La Paz.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
Actualmente, esas calles llevan otros nombres, 21 de agosto antes era calle Progreso; Agustín Arreola, antes Puerto, 16 de septiembre antes calle Central, Ignacio Zaragoza, antes Obispado, la calle Libertad en 1886 vuelve a aparecer con el nombre de Libertad y también llamada calle Primera porque, porque es la que sigue después del malecón.
En 1930 el nombre de la calle Libertad fue sustituido por el de Belisario Domínguez, en el recorrido de esa calle se encuentra uno de los monumentos históricos de la parte antigua de la ciudad, es el Teatro Benito Juárez, localizado en la calle Belisario Domínguez; el autor refiere que paralela al malecón corre una calle de las más antiguas de la ciudad la calle Belisario Domínguez.