La Paz, Baja California Sur.- La pintora y acuarelista sudcaliforniana, Lupita Castillo, desde hace más de 7 años, vende y ofrece su arte en el Jardín Velasco, ubicado en las calles 5 de Mayo entre Madero y Revolución en la ciudad de La Paz.
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Todos los sábados acude de 9 de la mañana a 2 de la tarde, ya que es parte del grupo de artistas plásticos y visuales que lleva por nombre “Pintores del Jardín Velasco”.
La paceña lleva realizando pinturas aproximadamente hace 20 años y aunque no empezó desde muy joven, primero, lo hizo en tela, por lo que al tiempo le comentó a su maestra de aquellos años que deseaba hacer una obra, pero en óleo y acrílico y en la actualidad ama realizar trabajos en acuarela.
“Yo nací en la ciudad de La Paz, pero desde muy chica mi madre me llevó a Ensenada, Baja California y años después regresé porque siempre he amado el clima de La Paz, además de que me gusta mucho pintar en óleo y el acrílico, pero la acuarela me enamora, porque el proceso es muy especial, ya que la acuarela es muy suelta, porque se trabaja con agua y solito se va formando lo que uno quiere, y a veces dibujo y otras me dejo llevar”, resaltó la paceña.
TRABAJO MINUCIOSO
Lupita Castillo precisa que un trabajo de acuarela de un tamaño de 18 x20 le puede llevar de 4 días a una semana, porque le gusta detallar su trabajo, además de sus pinturas son el vivo retrato de los elementos de la ciudad de La Paz, como lo son la flora, la fauna, los veleros, paisajes y los rincones más bellos de nuestro estado.
“Yo me identifico mucho con mi arte, porque me gusta mucho el tema del mar, hecho que me emociona, por lo que tengo a la venta separadores de libro en 130 pesos, postales que van de los 200 pesos a los 300 y los cuadros grandes en 3 mil pesos, los cuales ya tienen el marco”.
La sudcaliforniana menciona que su arte y pinturas son muy bien recibidas se lo compran muchas personas de la localidad, así como turistas internacionales, por lo que comparte una anécdota de uno de sus clientes de otros países:
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“Yo estaba un día sentada leyendo un libro y llega un señor y me dijo Lupita, yo tengo una obra tuya en mi casa, la cual me enseñó en su celular, por lo que me compró otros cuadros, hecho que me da mucho orgullo que nuestro trabajo como paceños les guste mucho a otras personas, por ello personalizo mis pinturas con mi firma”, finalizo la pintora y acuarelista.