La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El escritor e investigador sudcaliforniano Gamaliel Valle Hamburgo siempre se ha caracterizado por realizar proyectos de alta calidad y que vallan de la mano con la historia del estado de Baja California Sur, prueba de ello son los exitosos libros que ha lanzado a través de los años que respaldan el gran trabajo que lleva a cabo, además de contar con su página de Facebook Historias y Leyendas de BCS y su cuenta de Youtube con el mismo nombre donde se pueden ver muchos videos que narran pasajes importantes que le dieron vida a una época que se niega a apagarse, una de las leyendas que sin duda llaman la atención de la población es la de la Biblioteca Maestro Justo Sierra que se encuentra ubicada sobre la calle Altamirano esquina Constitución en el Centro histórico de la ciudad capital y que fue construida en el año de 1918.
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Pocas personas de esta nueva generación sabrán que antes de ser biblioteca pública fue la casa-habitación del General Manuel Meza que fallece años después y en la época de los 30s fue vendida al gobierno por la viuda del General para dar paso a lo que fuera un hospital anti-tuberculoso con el nombre del General Sobarza y en el año de 1938 se le hizo una ampliación para poder convertir el lugar en cárcel.
EL LUGAR ESCONDE MUCHO MISTICISMO
De acuerdo a las investigaciones que realizó Gamaliel la cárcel del Sobarzo permaneció hasta el año de 1976 pues el fenómeno meteorológico del Ciclón Liza destrozo una de las paredes y de la cual escaparan varios presos. Teniendo como antesala todos estos datos que si duda sorprenden a cualquiera, era de esperarse que la energía del sitio emanara sucesos paranormales pues extrabajadores de la biblioteca dicen haber escuchado pasos y siluetas que avanzan ya que se dice que es el punto de vivos y muertos que buscan la luz eterna para poder descansar.
Una de las personas que dieron hecho de lo que sucedía en el lugar es el Sargento de la policía Agustín Loera una persona muy querida en los años de 1932 por toda la población sudcaliforniana pues era un hombre justo e integro, este una vez transitaba por las calle reforma después de hacer guardia y fue cuando se encontró de frente con el niño sin rostro que le dio una sonrisa que nunca olvidaría, el general como defensa le dio un golpe al niño, quien rápidamente desapareció, días posteriores a lo sucedido el sargento empezó a escuchar voces, gritos y ruidos en la cárcel, por lo que decidió a hacer un recorrido para averiguar que sucedió sin saber que en esos momentos perdería la vida de una forma misteriosa, pues fue encontrado en un calabozo de la cárcel y lo más extraño que las llaves estuvieron perdidas por muchos, muchos años..