La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Bien dicen que cuando se trabaja de noche se ven cosas que a veces uno no quisiera, pues regularmente es cuando más suceden sucesos paranormales, sobre todo en la calle o en casas abandonadas, por ello quienes conducen los taxis han sido objeto de miles de historias y leyendas que los engloban y a decir verdad muchas de ellas llegan a ser tan escalofriantes y a veces inverosímil.
Esto mismo le paso a un joven taxista que le ayudaba a su padre por las noches, pues este último ya había dado casi toda su vida el servicio y su retoño seria quien continuaría con la tradición en la familia. Para Toño no le era indiferente el trabajo es mas le gustaba, por ello era conocido como dicharachero y risueño con los clientes, de hecho a veces tenia agenda llena pues muchos de ellos le llamaban a su casa para que pasara por ellos en un horario determinado, pues en la década de los 90 no existía el celular a nivel masivo y qué decir del WhatsApp.
Una noche como cualquier otra Toño salió apresurado pues se le había hecho tarde pues pasaban las doce de la noche en eso su padre le comenta ya no vayas a trabajar ya es tarde y hoy fue un día flojo, casi no hubo personas que quisieran el servicio.
LA ADRENALINA DE SER JOVEN
Toño simplemente no hizo caso pues la adrenalina de manejar un carro casi casi le movía todo el cuerpo, además de que siempre realizaba unas vueltas por el malecón.
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Al salir tan abruptamente le llamo la atención una chica que estaba sola, vestida de negro en su totalidad, pero eso sí se le podía observar un cuerpo bien cuidado y un rostro que con tristeza miraba a todo que la mirara. Para el joven fue un flechazo, para ella una vista mas, Toño realizo muchos viajes a tal punto que le dio las 4 de la mañana y al volver al mismo sitio estaba la joven, como quien dice intacta.
En eso la bella joven realizo la parada y le pregunta a Toño que si tiene servicio a lo que este contesta que ya se iba pero con gusto la llevaría su lugar de destino, aceptando un sí solo con su cabeza.
La chica fue indicando a Toño el lugar, metiéndose por sitios inesperados hasta llegar al monte en una pequeña casa que pareciera abandonada. La chica le dice ahorita regreso para pagarte a lo que Toño acepta, así paso casi una hora esperando y al tocar la puerta de la humilde casa se topa con que en su interior no había ni muebles ni dejo de que alguien vivió, a lo que Toño al contarle a su padre recibió un regaño por enamorado, pues pudo haber pasado algo peor.