La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Sin lugar a dudas la ciudad de La Paz Baja California Sur es un lugar rico en cultura, tradición, bellezas naturales pero también en leyendas ya que hay un sinfín de relatos que hacen que se le ponga la piel de gallina y los pelos de punta a cualquiera que las llega a escuchar, como se dice coloquialmente y más aún cuando el lugar es el emblemático Santuario de Guadalupe ya que su primera piedra fue colocada el 12 de octubre de 1945 y el tiempo ha sido un gran aliado para que muchas de estas historias nunca se olviden como lo es el de los fantasmas del santuario.
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Muchas personas cuando pasan por el Santuario a altas horas de la madrugada se persignan pues sienten una fuerte energía a sus alrededores pero a su vez se sienten protegidos por el esplendor que emana el hermoso sitio, hasta las personas que son incrédulas tienen mucho que decir pues han visto fantasmas caminar por los rumbos del Santuario pues se dice que la gran mayoría los que fallecieron en el fenómeno natural del año 1976 el inolvidable ciclón Liza, pues muchos se hallaron muchos cuerpos sin vida por esos rumbos.
LOS FANTASMAS DEL SANTUARIO
Sin duda alguna también se ha especulado mucho sobre los fantasmas del Santuario como es conocida la leyenda y es que específicamente se aparecen a las afueras del lugar y como todo lugar sagrado se dice que estas almas buscan descansar de la terrible noche que vivieron pues muchas personas no logran olvidar lo que aconteció en el ciclón Liza pues el dolor de haber perdido a un ser querido o a sus familias enteras es algo que nunca olvidaran.
Hace años cuando la ciudad no estaba tan poblada era muy común que las personas que no alcanzaran el transporte urbano se fueran caminando pues se sentían protegidos por los mismos pobladores ya que la ciudad de La Paz era una ciudad muy tranquila y casi todo el “mundo” se conocía y ello bastaba para andar a cualquier hora de la noche, pero ello no los excluía de las situaciones paranormales que muchas personas vivieron en carne propia pues a lo lejos observaban entes que se desaparecían de la nada y a su vez miraban niños que corrían desesperados como buscando algo que no podían encontrar.
Esta historia ya era conocida por los sacerdotes que ofrecían las misas, mismos que oraban por esas almas en pena, pues varios feligreses pudieron sentir la energía que emanaba en esa época y a su vez ver también a personas que entraban a la iglesia y de la nada ya no estaban.
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Para finalizar hay que recalcar que estas leyendas han logrado traspasar la barrera del tiempo convirtiéndose así en uno de los relatos más recurrentes del lugar.
