La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Lo que todo comenzó a ser un pequeño juego por un desconocido que caminaba en la madrugada por la calles de la Catedral de la ciudad capital, se convirtió en el temor de muchas personas, pues al iniciar el carnaval era cuando se disfrazaba y cimbraba de horror.
Corrian los años 90´s en la ciudad de La Paz donde la tranquilidad era cosa de cada día pero como cada año el famoso Carnaval daba inicio y en todas las calles de la zona Centro todo era felicidad y alegría.
Un hombre maduro por su parte odiaba lo que para él era disturbio, por ello ideo una forma de hacer que las personas que anduvieran a deshoras de la noche tuvieran su merecido, pues con un traje sucio y mascara en mano, le saco muchos sustos a quienes caminaban a un horario tardío.
Al principio comenzó como un juego a su ego, pero conformo pasaron los años la historia se volvió más turbia, pues el hombre había muerto por un paro cardiaco, pero ello no era lo importante, sino que a raíz de ello las apariciones del hombre enmascarado comenzaron a ser más habituales.
AL PRINCIPIO NADIE LES CREYÓ
Muchas ciudadanos atribuían este hecho a que hubieron otras personas que comenzaron a imitar al enmascarado, pues no creían ni en fantasmas ni en apariciones, pero más tardo en volverse realidad que a una teoría, pues una mujer narro a sus amigas haber visto un espectro que la perseguía sin cesar por toda la calle.
Las mujeres por su parte evitaban salir a deshoras de la noche y si lo llegaban a hacer pedían ser acompañadas pues el miedo colectivo comenzaba a crecer y no había quien lo parara. Por su parte la policía de la época comenzó a realizar rondines mas frecuentes para bajar el miedo que se había hecho, pues ellos nunca habían visto nada fuera de lo normal, a pesar de llevar años en su puesto.
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Las personas a su vez se aferraban a la historia de que un hombre enmascarado los hiciera correr, incluso hubo quienes se burlaron pues sostenían que solo eran hombres y mujeres bajo las influencias del alcohol.
Lo que si se volvió una realidad es que por las calles de la Catedral bajo la afluencia de personas que vagaban en la noche, pues al caer la tarde solo salían a disfrutar de la puesta del sol y evitaban ser víctimas del famoso hombre y su máscara.
Hasta la fecha hay quienes sostienen que el hombre enmascarado se puede ver a lo lejos, esperando que alguien pase enfrente de él, eso sí la noche le ayuda a desaparecerse, pues todos creen que es el fantasma del hombre testarudo que buscaba su tranquilidad en la calles que colindaban a su hogar.