La Paz, Baja California Sur.- Actualmente la ciudad de La Paz cuenta con cuatro panteones: El Zacatal, Los Sanjuanes, Jardines del Recuerdo y Perlas del Paraíso, además de la pequeña rotonda de los Ilustres y una capilla de descanso en el Santuario de Nuestra Señora del Pilar de Guadalupe, sin embargo, de estos el panteón de los Sanjuanes data de finales del siglo XIX, y en sus inicios, su ubicación se encontraba muy lejos de la ciudad, muy cerca del actual barrio La Ladrillera, con una superficie total de 20 hectáreas, de las cuales, dos corresponden al Centro Histórico del mismo panteón, con edificaciones funerarias de finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX.
TRADICIÓN
Los enterramientos a finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, seguían una tradición que consistía en un sepelio al cual no asistían mujeres; el velatorio era en la casa de la familia del difunto; si la familia profesaba la religión católica, trasladaban caminando al ataúd en los hombros; y si tenían solvencia económica trasladaban el cuerpo en carroza de tracción animal adornada con flores hasta el panteón de los Sanjuanes mientras la gente hacía la procesión caminando.
De acuerdo a un plano de 1847, en aquel tiempo había dos panteones en la ciudad, uno se ubicaba en alguna parte de las manzanas rodeadas por las calles Aquiles Serdán, Reforma, Ramírez e Independencia, ubicación íntimamente relacionada a la antigua Parroquia de Nuestra Señora del Pilar de La Paz y al cortejo fúnebre que tradicionalmente se realiza y que une a estos dos espacios; mientras que el segundo se ubicaba en donde actualmente se encuentra el Estadio Arturo C. Nhal, y probablemente coexistió con el actual panteón de Los Sanjuanes por un tiempo.
Isabel González Rembao, quien desarrolló una investigación en colaboración con el Centro de Documentación e Historia Urbana (CEDOHU), menciona que el panteón de Los Sanjuanes permanece hasta el día de hoy, a diferencia de los dos anteriores, los cuales desaparecieron debido a que empezaron a figurar dentro de la mancha urbana y a provocar problemas de seguridad, higiene e imagen urbana, de acuerdo a una publicación de Adrián Valadés, secretario del presidente de la época, Gastón J. Vives en 1903.
Actualmente el panteón alberga restos de personajes imprescindibles para contar la historia sudcaliforniana, como lo son las familias Vives, Ruffo, Von Borstel, Canseco, Arriola, Hidalgo, Encinas, y también de muchas familias de clase media y baja que nos han precedido.
EL PANTEÓN ANTIGUO
La superficie total del panteón de los Sanjuanes es de 181 mil 069 metros cuadrados, de los cuales el 38 % corresponden a la parte más antigua, es decir, el panteón antiguo, que comienza a 78 metros de la entrada principal actual, donde se encuentra el antiguo acceso, y está rodeado por los restos de un muro de piedra braza que marcaban los límites del panteón; el 8 % corresponde a su centro histórico con una concentración de tumbas con la arquitectura funeraria del siglo XIX; y el 2 % corresponde al núcleo fundacional, que contempla las dos edificaciones gemelas usadas como velatorio y eran el acceso al panteón hasta la mitad del siglo XX; actualmente funcionan como oficina y capilla.
CATÁLOGO Y DETALLES
González Rembao, elaboró un catálogo en el que se seleccionaron las tumbas que señalan su antigüedad y encontró que en el núcleo fundacional, hay un total de 539 tumbas, 3 % datan de fines del siglo XIX, el 2 % de la década de 1900, el 4 % de la década de 1910, el 5 % de la década de 1920, y el 86 % de 1930 (462 tumbas).
Los materiales usados en estas tumbas eran ladrillo rojo, cantera rosa, barro rojo, mármol, algunas también incluyen capillas funerarias, enrejado, esculturas religiosas, molduras, y más elementos de la arquitectura tradicional y ornamental, que permiten una doble lectura en la que se aprecian las diferencias de clases y los poderes económico y político de las diferentes épocas.
PROPÓSITOS
La finalidad de esta investigación es plantear la protección y restauración de lo que ahora son los últimos vestigios de nuestros antepasados, ya que son monumentos ricos en historia y en cultura, aunque también lamentablemente, poco conocidos por los mismos residentes.
También se incluye, la restauración de la barda perimetral que rodeaba al panteón antiguo, misma que contaba con dos metros de altura y un grosor de 60 centímetros, pero que ha sido destruida en más del 50 % debido al crecimiento del panteón consecuencia de la demanda de más espacio en los últimos años.
El panteón de Los Sanjuanes tiene mucha historia que contar a residentes y turistas; es mucho más que un lugar donde se resguardan los restos de nuestros antepasados y seres queridos, es un tesoro y patrimonio cultural sudcaliforniano.