Los Cabos, Baja California Sur.- De los miles de visitantes que llegan a Los Cabos por tierra, mar o aire, hay un sector que se detiene a admirar el simbolismo de la iglesia misional que se encuentra en el Centro Histórico de San José del Cabo, donde un mosaico recuerda la rebeldía pericú con 290 años de historia.
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El cronista Gabriel Fonseca enfatiza la importancia de que tanto turistas como residentes locales conozcan esta historia. "Los Cabos es conocido mundialmente por sus playas y su clima idílico, pero detrás de esta imagen de destino turístico, existe una rica historia de resistencia, cultura y transformación que merece ser reconocida y valorada", destaca.
Para los turistas, conocer la historia de los pericúes añade una capa de profundidad a su experiencia en la región, permitiéndoles apreciar no solo su belleza natural, sino también su patrimonio cultural.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La llegada de los españoles a la península inició con un ambicioso proyecto misional liderado por los jesuitas a finales del siglo XVII. "La obra misional californiana comenzó en 1697 y continuó hasta 1767, periodo durante el cual se fundaron 18 misiones y participaron cerca de cincuenta religiosos, doce de los cuales terminaron sus días en lo que entonces se conocía como Antigua California", explica Fonseca.
En Los Cabos, la primera misión establecida fue la de Santiago de Los Coras en 1721, seguida por la fundación de la misión de San José del Cabo en 1730. Estas misiones no solo buscaban la conversión religiosa, sino también la integración cultural y social de los indígenas a las nuevas estructuras coloniales.
LA REBELIÓN PERICÚ
Sin embargo, el proceso no estuvo exento de tensiones. "A pesar de los esfuerzos misionales, en 1734, el descontento de algunos líderes indígenas pericúes desató lo que ahora conocemos como la Rebelión Pericú", detalla Fonseca.
Los pericúes, conocidos por su espíritu independiente y resistencia a la dominación, no estaban dispuestos a ceder ante las imposiciones que alteraron profundamente su modo de vida, como la monogamia obligatoria y la restricción de sus movimientos.
Esta rebelión culminó con actos de violencia significativos, incluyendo el asesinato de los padres Lorenzo Carranco y Nicolás Tamaral y la destrucción de las misiones de Santiago y San José del Cabo. "Fue un claro mensaje de resistencia contra el cambio forzado de su estructura social y religiosa", señala Gabriel Fonseca.
Gabriel Fonseca subraya la importancia de recordar estos eventos, no sólo para los turistas que visitan Los Cabos atraídos por sus playas y sol, sino también para las nuevas generaciones locales.
"Conocer la historia de la Rebelión Pericú ayuda a profundizar la apreciación de nuestro destino como algo más que un lugar de descanso; es un sitio de significado histórico y cultural", afirma. Además, insta a las nuevas generaciones a valorar y preservar su herencia cultural para fortalecer su identidad regional.
Gabriel Fonseca invita a reflexionar sobre la importancia de la memoria histórica en la construcción de una conexión con el presente.
Para las nuevas generaciones, Gabriel Fonseca subraya la importancia de generar una identidad regional fuerte y arraigada en el conocimiento de su propia historia.
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"Es fundamental que nuestros jóvenes comprendan y se sientan orgullosos de sus raíces indígenas y del legado de aquellos que lucharon por su tierra y su libertad. Solo así podemos asegurar que la rica herencia cultural de Los Cabos se preserve y respete en el futuro. Comunidad consciente y respetuosa de su pasado".
En la actualidad se cuenta con una diversidad religiosa, en datos del INEGI, hace cuatro años en Baja California Sur, el 73.6 % de la población es católica; 11% es protestante, cristiano evangélico; el 12.2 de la población dice ser ateo.