La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- El Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), a través del Programa de Acercamiento de la Ciencia a la Educación (PACE), el proyecto BioArte-CONACYT y el Instituto Tecnológico de La Paz, convocaron el pasado sábado 12 de noviembre a toda la población sudcaliforniana a romper el récord construyendo la cadena de ADN más larga de la ciudad mediante la técnica de papiroflexia dirigida por el Dr. Ricardo Pérez Enríquez, investigador del CIBNOR.
El evento se realizó en el Jardín Velasco, uno de los lugares más icónicos y representativos del centro histórico de nuestra ciudad. En punto de las cuatro de la tarde, los padres de familia, maestros y maestras respondieron a la invitación del PACE llevando a sus niños y niñas a esta actividad.
Al llegar, los niños y niñas recibieron los materiales que cada uno de los jóvenes promotores iban proporcionando, como colores, tijeras, resistol, y la hoja de papel con el formato de la hebra de ADN de 20 cm que tenían que colorear, recortar y pegar siguiendo las instrucciones de acuerdo a sus principios científicos.
“Los pares de adenina con timina y los pares de citosina con guanina; al final, la unión de estos pares de bases formaban la estructura del ADN”, explicó el Dr. Carlos Angulo, responsable del Proyecto BioArte CONACYT. De esta manera los niños aprendían ciencia a través del arte, en este caso, por medio de papiroflexia, una técnica que permite realizar figuras en papel.
Aunada a esta actividad, se expusieron los trabajos de pintura, escultura, grabado y fotografía científica realizados por los niños y niñas de diferentes comunidades rurales como Las Pocitas, El Triunfo, El Ancón, El Carrizal, La Toba, San Antonio, Los Planes, El Sargento, La Matanza, Melitón Albañez, y colonias urbanas de la ciudad como La Pasión, Ciudad del Cielo y Cola de la Ballena en Calafia.
La construcción de la cadena de ADN más larga de la ciudad, terminó ya caída la noche. Los niños y niñas, emocionados seguían construyendo sus hebras aun sin luz natural pero apoyados por lámparas de teléfonos celulares y así, poco a poco, se iban uniendo sus contribuciones. Maestras entusiastas y de distintas escuelas llegaron con sus hebras ya realizadas por sus estudiantes como una contribución.
Al final, la cadena se unió, y se logró sostener entre 40 personas obteniendo una sorprendente una longitud de 50 metros de largo.
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Cada una de las hebras individuales tiene una medida de 20 centímetros lo que nos lleva a la construcción de 2500 hebras realizadas por todos los niños y niñas sudcalifornianos.
De esta manera el Proyecto BioArte en colaboración con PACE del CIBNOR y el Instituto Tecnológico de La Paz llevaron a toda la población, principalmente los más pequeños, ciencia a través del arte, una manera didáctica y divertida de fomentar las vocaciones científicas en nuestros niños y niñas.