Cosmos Purépecha

“Tierra mi cuerpo, agua mi sangre y fuego mi espíritu”, Rezo Purépecha

Sandra Ricco | El Sudcaliforniano

  · sábado 6 de febrero de 2021

Cuentan que el origen Puré es Divino porque fue fruto del amor inmortal del Dios del fuego K úrhikauerhi con la madre Luna Nuna Kutsi. Foto: Sandra Ricco | El Sudcaliforniano

Cuentan que el origen Puré es Divino porque fue fruto del amor inmortal del Dios del fuego K´urhikauerhi con la madre Luna Nuna Kutsi.

El fuego nuevo se encendió el 1 de febrero en la región Bajío, en México, es el inicio del año nuevo para los indígenas Purépechas que piden por la cosecha, la salud y alegría.

La existencia P´uré esta basada en el trabajo duro, el talento y la celebración.

Este es un viaje revelador porque el colorido que va de su sonrisa a sus tradiciones con máscaras, ropa satinada, rebozos, gastronomía en tamales y dulces es un descubrimiento imperdible para quién se aventure a recorrer parte del territorio Puré en el bajío entre Guanajuato, y Michoacán.

El encuentro con la tradición Purépecha, cordón umbilical del Bajío, con pueblos de ciénagas y sierras, inicia en Jungapeo en medio de paisajes de agua termal y multicolores huertas fértiles llenas de pasado y presente de historia y futuro.

Sitio donde se borda sobre la manta y en punto de cruz al hilo los paisajes orgánicos que les rodea : flores, animales ,campo y que son, obras de arte portadas al vestir o en una mesa elegante, al más puro estilo de Van Gogh pero que en México no se valora como se debe.

Son alrededor de treinta municipios Purépecha que nacen y habitan en las inmediaciones del volcán Paricutín desde el siglo XVII, cuando los primeros indígenas se establecieron en las orillas del lago de Pátzcuaro.

Dulce es su lenguaje que en ningún sentido parecido a otra lengua indígena de México se escucha aún en sus pueblecitos preciosos con casas de colores y cuidados al detalle sus jardines empinados.

Una serie de rituales es posible vivir, desde la comida y el vestir en las mujeres adultas que llevan sus trenzas que solo adornan en fiestas y el vestido tradicional que da fe de su virtuosidad y orgullo de pertenecer.

Alegres son sus desfiles a fin de año en esas enormes Mojigangas hechas a base cartón con personas adentro bailando sones, parte de la inspiración de ballets de fama mundial.

Cuentan que el origen Puré es Divino porque fue fruto del amor inmortal del Dios del fuego K´urhikauerhi con la madre Luna Nuna Kutsi.

Generosos preparan tamales hechos a base de maíz tierno como los chepos y corundas saladas, sus caldos y gorditas de frijol con aquel delicioso atole cocido al fuego de leña.

Artístico y creador porque sus artesanías en mascaras de madera hechas a mano con el esfuerzo no de uno de varios amigos y familiares que acompañan los bailes que no son pocos pues se estima que son alrededor de 600 los festejos que celebran los P´uré.

Jarrones, Cazuelas de Cobre es posible adquirir en el recorrido para revivir ya en casa este viaje espléndido e inspirador .Hoy existen casonas coloniales a modo de museo galerías donde la convivencia, el arte y pasión dan como resultado el martillado de cobre, maque, ollas de barro en medio de su lengua suave y única.

Pueblo Musical que se escucha con cuerdas de viento como el arpa acompañando sus bailes tradicionales y danzas como la de los viejitos y que es posible disfrutar en algunas escuelas en México.

Los festivales en cultura Purépecha se celebran durante octubre, una gran fiesta donde cientos reinventan el juego de pelota en el que la pelota está en llamas. El tradicional día de muertos en noviembre es también uno de los más emblemáticos a su manera.

Imperdible recorren ya encaminados Ciudad Hidalgo o Santa Fe de la Laguna para observar de cerca el mestizaje que se respira y escucha en sus templos e iglesias.

La celebración de sus tradiciones que exponen en cada fiesta con telares para textiles, orfebrería, labrado en piedra, donde educan y comparten con los suyos y los mas pequeños el arte de conservar su esencia, se trata en la tradición más P´uré de andar por la cosecha, cocinar a fuego, de crear y confeccionar su atuendo, de beber lo propio y así revivir el alma que se distingue por su tesón que seguro es contenido por ese telar que llevan en la cintura y el corazón. Alegría del Pueblo Purépecha perfilado en oro y labrado por La Madre Luna Y El señor Fuego.