La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- El Covid-19 ha dejado grandes enseñanzas e historias de superación en quienes lo han padecido, personas que han temido por su vida al encontrarse aisladas en un hospital, como el señor Jesús Castro Manríquez quien permaneció en terapia intensiva por 15 días, luego de meses de haber librado la batalla hoy le demuestra a la sociedad que se puede salir adelante y lo manifiesta inscribiéndose a un negocio que por años ha sido enfocado y hecho para mujeres.
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“El Covid-19 me cambió la vida y mi forma de pensar, estuve en terapia por 15 días hoy puedo decir que vencí a la muerte y ahora puedo seguir trabajando, quedé con algunas secuelas, pero eso no me impide el sacar adelante a mi familia y también aportar en casa, a mí me gusta trabajar y mi hija me contó que en el negocio que ella trabaja que se llama Mary Kay y que ya darían oportunidad para que hombres le entraran al negocio pues no la pensé mucho”.
“Es una oportunidad que se me está presentando, la gente piensa que solo las mujeres pueden adquirir productos de belleza aquí pero no es así, también los hombres pueden adquirir cosas o que les pueden regalar a sus esposas o hijas, gracias a Dios me está yendo muy bien en el negocio, yo no le tengo miedo a trabar así que aquí estoy aprendiendo y disfrutando la vida”.
Con 48 años y con secuelas que lamentablemente ha dejado el Covid-19 en su organismo, Jesús Castro Manríquez demuestra a la sociedad que para salir adelante solo se necesitan ganas y disposición, asegura que su enfermedad le causó miedo e incertidumbre al estar alejado de su familia y no saber que pasaría con su vida.
“Fue un momento muy difícil tanto para mí como para mi familia pues no daban información, desde que entras al área covid quedas incomunicado, ojalá que esto pasara, pero lamentablemente muchas personas no entienden la magnitud del problema, yo creía en el virus, pero no en la muerte, ahora que la tuve cerca puedo decirles que es un miedo muy grande”.
Asegura que el virus lo pudo haber tomado en uno de sus servicios como paramédico, ya que tiene su propio grupo voluntario de socorristas llamado “Grupo Cayo”, de igual forma también cuenta con un taller mecánico y servicio de grúas, pero debido a las secuelas ya no puede salir a trabajar como antes pues ahora debe descansar.
“Ahora yo soy chico Mary Kay y no me da pena decirlo, porque muchos hombres creen que no puedes hacerlo yo les demostrare que se puede, me va muy bien y así seguiré”.
El paramédico asegura que su vida ha cambiado después de su salida del hospital, ha tenido que continuar con rehabilitaciones por secuelas, pero continúa entusiasmado trabajando para salir adelante.