La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- Jael Fernández de jueves a domingo se transforma en el famoso payasito “Dientin” del Gran Circo Maravilla, pero toda pasión, entrega y esfuerzo tiene su historia, la de este artista se remonta a su niñez ya que toda su vida ha estado rodeado de aplausos, teatros, auditorios, risas y el ajetreo de la vida artística.
Su padre mejor conocido como “Chacharito” fue uno de los primeros payasos en México en trabajar con perritos amaestrados en fiestas infantiles, lo que le llevó a trabajar con Tatiana “La Reina de los Niños” más de 16 años, sumándose al grupo de trabajo la madre de Jael de nombre Rosy y también su hermano que todos lo conocen como “Chanito”. Jael Fernández nació en la Ciudad de México pero quedo enamorado de la ciudad de La Paz al igual que su familia por lo que deciden radicar desde hace más de 11 años.
Ha trabajado en el Espacio de Tatiana, Muévete y Sabadazo, sin dejar de mencionar las giras artísticas que ha realizado por toda la república mexicana. Su nombre artístico de “Dientin” nace en el programa del espacio de Tatiana, ya que la cantante presentó a la “Familia Feliz” (su papá, mamá y hermano) y tiempo después a Jelito y fue ahí donde el payasito supo que su nombre sería “Dientin”, ya que el mismo se bautizó así. A partir de ese momento inicia el camino de éxitos y aplausos.
COMO ARTISTA LA PANDEMIA LO AYUDO A SER MEJOR
Al llegar la pandemia de Covid-19 en el año 2020 llega con ello el cierre del malecón, plazas, parques fue un golpe duro pues de la noche a la mañana se quedaron sin los aplausos del público, eso que le alimentan el alma. Durante una temporada tuvo que hacer uso de sus ahorros, además de que volvió a ejercer su carrera profesional que es la de Diseñador Gráfico la cual le ayudo a salir adelante, al igual que su mini empresa de artículos personalizados.
La creatividad no quedó ahí sino también empezó a hacer uso de la tecnología y las fiestas infantiles virtuales fueron un éxito por medio de las videollamadas de WhatsApp puesto que todavía no estaba el boom de Zoom y aunque no era lo mismo fue un alivio al alma tanto para el cómo su staff de trabajo. Meses después el regreso presencial fue algo que lo motivo a superarse en todos los sentidos, puesto que ofrece más de dos horas de función misma que ayuda u poco a las personas a olvidarse de los problemas, pues la risa es el alimento del alma.
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La llegada de la del Circo Atayde Hermanos a la ciudad capital es algo que agradeció muchísimo, ya que la competencia es mental, además de que tiene la oportunidad de conocerlos personalmente, pues son grandes amigos de la familia, incluso fue a ver el espectáculo varias veces y aplaudió el trabajo que realizan sus amigos y colegas, porque no es nada fácil trasladarse y ofrecer un gran show.
“Dientin” y la “Familia Feliz” del Gran Circo Maravilla desean que los lectores del sudcaliforniano logren lo que se propongan y que además nunca dejen de reír y de soñar.