La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- El señor Cándido Hernández, uno de los primeros fundadores ejidatarios de la colonia El Centenario, mencionó que después de muchos años de sacrificios en la tierra para producir verduras y productos de la tierra, ya no producen hortalizas, ahora solo tiene unos animalitos como: chivos, puercos, becerros y otros, para luego poder venderlos y tener un poco de dinero.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
POTENCIAL DE RIQUEZA NATURAL
“Baja California Sur tiene un potencial de muchas cosas naturales, nosotros les hemos dado la espalda: el nopal, la sábila, todo eso mundialmente están reconocido como curativos y le damos la espalda, no lo cultivamos. Baja California Sur es un lugar estratégico para esos cultivos, porque es de poca agua y tiene mucha demanda, andamos sembrando otras cosas que no tienen casi precio en el mercado”.
Don Cándido expresó que la espada de rey es muy buena para combatir la diabetes, en un té con miel de abeja y muchas personas solo la tienen de adorno en La Paz. “Tenemos el palo de arco, tenemos muchas plantas medicinales en el estado, el mint tiene muchas propiedades curativas, y la madera es casi como la caoba muy bonita sabiéndola trabajar, dura mucho”.
FALTA ENSEÑAR EN LAS ESCUELAS ALGO REFERENTE AL CAMPO
“¿Realmente los maestros que están enseñándole a los jóvenes? No les enseñan estas cosas del campo, les enseñan otras cosas y entonces el chamaco ya cuando recibe su título quiere conseguir un trabajo, y no consigue trabajo porque está saturado de lo mismo, pero si les enseñaran todo el proceso del campo, sería de mucho provecho para todos”.
El aprendizaje del campo todavía esos conocimientos no se adquieren en las escuelas públicas, hace falta personal capacitado para ese tipo de aprendizajes. Más que nada, ese tipo de conocimientos sobre la tierra son enseñados por los padres a sus hijos: padres campesinos, ejidatarios, o personas que dedican su vida entera al campo, a la siembra y a todo lo que la tierra puede ofrecernos si se sabe trabajar.
Doña Mariquita, esposa de don Cándido: “económicamente con este problema que hay por la pandemia, a nosotros no nos ha calado muy duro, pero si nos ha calado, porque apenas hay vamos sobreviviendo. Poquito que arrima una, poquito que arrima otra, porque nosotros dos viejos ya no arrimamos mucho. Lo que tenemos es lo que nos estamos comiendo, pero como para decir voy a hacer esta compra grande no hay, no hay como echar mano”.
Don Cándido indicó que al no ser empleados de ninguna institución no están esperanzados en las quincenas, ni en la pensión, ni ese tipo de beneficios. Lo que tienen es un poco de ganado, pero esos a veces se venden uno, al mes o a los dos o tres meses otro, pero no es nada seguro.
“Este gobierno nos ha cerrado mucho los mercados, horita no hay mercado para los animales, ni para los puercos, ni para el chivo, todo está bloqueado. Porque toda la gente está encerrada y encerrada pues que va a hacer, no gana dinero, pues no podemos vender”.
“No hemos pasado necesidades así graves de decir que no tenemos para comer mañana, son varios hijos y el que no arrima una cosa, arrima otra, nos comemos lo que hay. No estamos acostumbrados a comer lujos, como decir hay este sábado no fuimos a cenar a tal parte, ni estamos esperanzados a las quincenas. Que no falte el frijolito, las tortillas, el cafecito, ya estamos bien”. Aseguró doña Mariquita.