El arte es una revolución de lo que somos: Orlando Moguel

Antes de adentrarse en su personaje, el actor sólo conocía la imagen más oficial de Francisco I. Madero

Brenda Covarrubias | El Sudcaliforniano

  · domingo 27 de agosto de 2023

Orlando Moguel interpreta al escritor del histórico libro La sucesión presidencial. Foto: Cortesía | Orlando Moguel

La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Orlando Moguel, quien interpreta a Francisco I. Madero en la serie Pancho Villa El Centauro del Norte que se puede ver por streaming, la cual fue dirigida por Rafa Lara (La milagrosa, cinco de mayo) argumentó que esta es una forma renovada de abordar uno de los sucesos históricos y sus protagonistas más importantes de México en el siglo pasado.

La producción se grabó en locaciones de Jalisco y se estrenó el 19 de julio. El actor invitó a los sudcalifornianos a ver y disfrutar los 10 capítulos que la componen.

Lee: “El Elegido”, filmada en Santa Rosalía es la serie más vista de Netflix

El argumento no presenta una guerra de buenos y malos. No tiene el aire clásico de las narraciones de la Revolución Mexicana con corridos y Adelitas. Villa no siempre está cabalgando, también llama por teléfono, toma nieves y malteadas de fresa.

La serie fue grabada en locaciones de Jalisco. Foto: Cortesía | Orlando Moguel

Orlando nació en el Estado de México y se encuentra viviendo el sueño de su vida. Desde 1997 se inició en el mundo de la televisión y luego en el cine; actuó como extra dos meses .Ahora lleva 23 años como actor. Ver cine cuando era niño lo impactó, Le gusta el arte más humano, que aporte al mundo. Busca trabajar en proyectos que no traicionen sus valores.

Cuando le propusieron que actuará en la serie lo aceptó con los ojos cerrados.

Su carrera artística empieza en abril del año 2000 y se enfoca principalmente al cine y a las series de televisión. Algunos de los proyectos de cine más importantes en los que ha participado son: la película 600 millas, dirigida por Gabriel Ripstein y producida por Michel Franco.

En la serie Falco lo vimos con el personaje de Diego Fenton y fue dirigido por Ernesto Contreras y Julián de Tavira.

En el cortometraje "B-167-980-098", interpretando a "El Tuercas", bajo la dirección de Mariana y Santiago Arriaga, y escrita por el prestigioso guionista Guillermo Arriaga (Amores perros, 21 gramos, Babel, The burning plain y Los tres entierros de Melquiades Estrada).

También participó en la exitosa serie Historia de un crimen: Colosio. Donde interpreta al personaje de Octavio.

Orlando dejó atrás el mundo exacto de las finanzas y se adentró al universo mágico del cine. Foto: Cortesía | Orlando Moguel

Antes de empezar la entrevista a la distancia, en línea, era imposible no bromear diciendo que el interlocutor era el mismísimo presidente Francisco I. Madero que por alguna afortunada razón hizo un contacto espiritual como los que se dice podía hacer en aquellos años de la naciente Revolución Mexicana.

Documentos históricos refieren que Madero se comunicaba con espíritus ¿cómo te adentras en ese aspecto un tanto oculto?

“Yo no sabía que él profesaba el espiritismo, De alguna manera yo tengo cierto acercamiento a eso, porque de chiquito me llevaban a esas cosas, y conocí un poco más el lado humano de Francisco I. Madero.Me adentré viendo videos, leyendo información sobre él. Aprendí cómo caminaba, cómo se movía.

“Me pregunto qué tanto poder de influencia pudo haber tenido Francisco I. Madero con sus seres espirituales como para tomar decisiones en beneficio de México. Tal vez sea especulación, pero fue un elemento que me ayudó”.

“Es algo especulativo si recibía algún tipo de voces o de señal que le ayudarán a tomar decisiones, pero eso es algo que se me hace muy interesante”.

Antes de adentrarse en la serie, Moguel conocía la imagen de Francisco I. Madero que se delinea en los libros de primaria. En 2009 conoció a Rafa Lara (director de la serie) en un festival de cine en España, entonces ya planeaban hacer un proyecto juntos, “pero nomás no se daba”.

“En el 2021 me contactó y me dijo: ‘te quiero en mi nueva serie, es una serie histórica sobre la revolución’, y me enseñó un boceto donde venía una foto de Francisco I. Madero y venía yo y me dijo:´tú eres Francisco I .Madero’”.

En una de las escenas de la serie, un personaje cercano a Pancho Villa, Rodolfo Fierro, dice que las palabras pueden herir igual que las balas, ¿qué piensas de ello en relación a la libertad de expresión?

“Sí. Creo que ese poder de convicción cuando uno estás sometido o está sufriendo o está viviendo, algo donde nos parece algo injusto, Cuando nos hacen ver las cosas a través de las palabras, justamente a los humanos nos provoca cosas, nos provoca rabia, intriga, el miedo de saber qué es lo que pueda seguir”.

La silla presidencial es un objeto muy simbólico; Villa también la usó en broma. Foto: Cortesía | Orlando Moguel

¿En qué se parecen y en qué se diferencian Madero y Pancho Villa? Ambos fueron revolucionarios…pero.

“Se necesitaban mutuamente. Madero era la parte intelectual, la parte creativa de cómo accionar toda la Revolución pero necesitaba justo a un líder que pudiera mover masas. Al estar juntos se genera una mayor fuerza, pero después cada quien de repente cada quien empezó a ver por sus propios intereses”.

¿Crees que vale la pena ser idealista en estos tiempos?

“Creo que vale la pena ser de todo.Algunos son idealistas, algunos son conservaduristas,; de derecha de izquierda, no sé, imparcial. Eso es justo lo interesante que tiene una sociedad, que tiene ese estire y afloje de ideas. El hecho de que haya una diversidad es justo lo que hace que la vida tenga más magia, más color”.

¿Adentrarte en los personajes te hizo cambiar la visión de la historia de México?

“De alguna manera sí porque yo creo que el hecho de que Pancho Villa siguiera al frente de todo un movimiento revolucionario más en una cuestión activa, física; y en el caso de Madero con una cuestión más intelectual de cómo mover las cosas. Deja pensando que vemos un México que sigue con ciertas características similares a la Revolución Mexicana. En un país donde también vivimos cosas que no nos gustaría vivir, como el tema de la violencia.

“Queremos un país con mejores condiciones y no nos la dan y al fin de cuentas el poder se queda para unos cuantos y nos sentimos inconformes, y todos queremos igualdad y calidad de vida”.

¿Cómo has vivido la evolución de la forma de hacer cine, de la televisión y del streaming?

“Yo quería hacer cine y se hacían como seis películas al año, entonces empecé a tener miedo. En 2014 empezó a venir una avalancha de cine, se hacían hasta 30 películas y estaba en alguna de ellas.

“Ahora que existen las plataformas hay muchas oportunidades, Ha habido una evolución muy buena y a favor de esta carrera, lamentablemente ahora son proyectos que no todo el mundo tiene el alcance de ver”.

¿Las series permiten al espectador crear un apego a los personajes a diferencia de lo se vive con las películas?

“Algo que pasa justamente porque como hay un poder de alcance más inmediato, como tenemos el celular, la computadora, las plataformas, podemos ver la series que podamos, ya no es como: ´ijole me perdí la telenovela de las seis de la tarde’, sino que ya las vemos a la hora que podamos, y justo es cuando conectamos con los personajes. Antes nos conectabamos con los personajes de las telenovelas, pero ahora conectamos con los personajes que más vemos”.

Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano

¿Haberte decidido por el mundo del arte y no por las finanzas es una forma de tu revolución?

“Yo creo que somos revolucionarios emocionalmente. De alguna manera expresarnos artísticamente a través de la literatura, la poesía, la arquitectura, de la escultura, de la música, del arte dramático, del cine, es una forma decirle al mundo lo que sentimos”.

¿Con qué valores de Madero te quedas, que te influyó?

“Yo creo que es una cuestión apegada al espiritismo. No es que profese el espiritismo como tal pero sí creo que es importante hacer meditaciones, encontrarte contigo mismo y reconocer dónde estás, qué es lo que has hecho, reconocer hacia dónde vas. Todos los domingos en la mañana hago una meditación de una hora y media con los ojos cerrados, para estar solo conmigo mismo, lo vengo haciendo desde 1997”.