La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El Cerro de la Calavera en la actualidad es un sitio que desborda paz y tranquilidad, puesto que la mayoría de sus visitantes la suben para hacer ejercicio y sobre todo tener como meta la hermosa la vista que se ve de la ciudad capital, donde la bahía y su naturaleza enamoran a cualquiera, refrendando el dicho paceño que coloquialmente se ha pasado de generación en generación:“Estos atardeceres solamente en La Paz” mismos que son motivo de millones de likes y reproducciones en redes sociales.
Pero el popular cerro también esconde miles de historias que no se olvidan y se siguen manteniendo a través del tiempo, unas se volvieron leyendas y otras fueron parte de la noticia del día a día que se vivió en la época de los noventas.
LA ENERGÍAS SIGUEN SIENDO MOTIVOS DE PRÁCTICAS INUSUALES
El licenciado Gilberto Ortega amante e investigador de lo paranormal nos hizo mención de un periódico de la época en la sección de policiaca mismo que recalcaba que en tiempos pasados en las inmediaciones del Cerro de la Calavera era centro de ritos de las tribus “Guaycuras” a la Diosa “Gualypai” y el Dios Tuparan representante del mal. Este tipo de prácticas eran muy comunes y se comenzaron realizar antes de la llegada de Hernán Cortez a territorio californiano en la conquista de este mismo. Teniendo como antesala este panorama era de suponerse que los practicantes de las energías obscuras no se hicieran llegar y que tomarían como sede el famoso Laberinto que esta a espaldas del Cerro de la Calavera.
La construcción además de abandonada tenía ciertas particularidades que la hicieron atractiva como lo es el pequeño teatro al aire libre que en su centro parecería asomarse la Rosa de los Vientos (norte, sur, este y oeste). En el sitio fueron encontrados huesos de animales, velas, ropa negra y señales de sacrificios (gatos negros) lo que hizo pensar que se había corrido la voz de las energías del mal que persistían en las inmediaciones del popular cerro.
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Los habitantes de la época evitaban si quiera pasar por el sitio que en aquel tiempo ya estaba en total abandono y en ruinas, sin dejar atrás que era y sigue siendo un lugar donde los maleantes y drogadictos hacen de las suyas al caer la tarde y al anochecer. Hasta la fecha hay bastante seguridad sobre el área del Cerro de la Calavera y si hay personas merodeando el sitio la policía se acerca a ellos para darles indicaciones de que es un lugar peligroso.
Para finalizar hay que recalcar que la noticia de las investigaciones del cerro fue dado a conocer en octubre del año de 1991 y que el trabajo periodístico también fue publicado en una revista de circulación nacional de la época, sembrando de terror a todo aquel que escuchaba sobre lo sucedido.