La Paz, Baja California Sutr (OEM - Informex).- En la ciudad capital hay muchas calles emblemáticas, sobre todo porque formaron parte de una época donde había mucha opulencia y gran diversidad de negocios que le dieron vida a la zona Centro, entre ellas la calle Revolución de 1910, sobre todo porque en la década de los años 80 se decía que un fantasma pregonaba al caer la madrugada.
Recordemos que los años 80 estuvieron marcados por la rebeldía de muchos jóvenes que deseaban salir de noche que llegaban a sus casas a altas horas de la madrugada, pues rara vez llegaba a pasar algo grave en la ciudad de La Paz, pues su nombre quedaba como anillo al dedo, pues la paz reinaba en muchos sentidos.
Una madrugada un grupo de jóvenes fiesteros, decidieron irse caminando después del reventón (así se les llamaba a las fiestas), pues iban a continuar la diversión en otra casa de uno de ellos, misma que estaba ubicada por la calle Revolución de 1910.
En esos momentos todo era risas, gritos y chistes en la callada calle, pero esos comportamientos se volvieron silencio cuando de pronto escucharon los quejidos de lo que parecía ser una sombra negra, que se había posado ante ellos, justamente en frente. La silueta tenía forma humanoide y parecía traer un traje de época, inmediatamente los jóvenes se alejaron corriendo, como si no quisieran dejar rastro de lo que habían visto.
NO SIEMPRE SE APARECÍA
El hecho siguió ocurriendo por tiempos intercalados, pues no todos los que transitaban por el lugar lograban verlo, pues los testigos afirmaban que parecía que se burlaba de ellos.
Por otro lado, había adultos mayores que iban y venían sin ningún problema y hasta llegaron a decir que se trataba de cuentos e historias hechas por adolescentes para crear miedo y caos cada vez que alguien caminaba por el sitio.
En esos años las nomenclaturas lucían desgastadas y en otras calles rara vez se distinguía el nombre de ellas, pero aun así todas las personas a sabían de lo que se decía de ella.
Incluso, muchos taxistas sostenían que iban y recogían a muchos clientes por la calle Revolución, pero al caer la madrugada el lugar se ponía frío y hostil, por ello preferían hacer sus labores rápidamente para no estar tanto tiempo.
Otras personas se sentían un poco aliviadas porque el Servicio Postal Mexicano está a un costado y el edificio les daba tranquilidad, pues a sus alrededores podían observar que siempre había alguien transitando.