La Paz, Baja California Sur (OEM - Informex).- Sin duda alguna la leyenda del Mechudo es una de las historias más representativas del estado de BCS porque engloba la belleza y la mitología del lugar, sin dejar atrás a la perlas y los mares: símbolos que hasta la fecha son el estandarte que nos define alrededor del mundo.
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Si eres sudcaliforniano o tienes muchos años viviendo en la entidad recordarás que hasta en los libros de texto gratuito que daban en la primaria venia esta fascinante historia, que a su vez causaba hasta un poco de miedo leerla, porque en la página venia un hombre de aspecto descuidado y que en sus ojos albergaba tristeza, además de tener el cabello largo y la barba sumamente crecida y que en sus manos sostenía celosamente una concha con la famosa Perla del diablo, es así como damos inicio al histórico relato.
EL MECHUDO
A lo lejos se podía observar una montaña conocida por todos los pescadores como El Mechudo, en donde cada año cientos de buzos se reunían antes de que el frío hiciera imposible maniobrar su trabajo al final de cada temporada, todo con un objetivo: sacar la ultima perla que era “para la Vírgen” en honor a todo lo que es había dado y era parte de una ofrenda que realizaban y así fue todos se dispusieron a sacarla, a punto del retirarse ya del lugar los pescadores vieron como un buzo se lanza al agua cuando que se escuchó un fuerte grito: hey, ya no bucees más¡ ya tenemos la Perla de la Vírgen¡ a lo que él exclamo con burla y desdén: jajajaj yo no voy por la Perla de la Virgen¡ yo voy por la Perla del Diablo.
Dicen que el diablo es my sabio y le tomó la palabra ya que nunca se volvió a saber del mencionado buzo, ni el agua que lo vio crecer devolvió su cuerpo. Los pescadores buscaron por semanas algún rastro que los pudiera conducir a su cuerpo, un trabajo sin éxito alguno, de hecho ningún pescador volvió al año siguiente, ya nadie regresó a buscar perlas.
Mucho tiempo después algunos pescadores regresaron pero vieron al fondo del mar algo que nunca olvidarán, el sitio se tilda de negro con pequeñas luces rojas fulminantes en donde se puede ver al pescador burlesco ya con unos años encima con su barba y cabello crecido sosteniendo en sus manos una enorme concha de madreperla y dicen que es la famosa Perla del Diablo. A partir de ahí al buzo desaparecido se le quedó el apodo del mechudo y quienes pasan por ahí sienten una enorme sensación de miedo y ganas de retirarse del lugar lo antes posible, ya que las lanchas se mueven de una forma inusitada.
Sin duda alguna la leyenda de El Mechudo seguirá sorprendiendo por generaciones, ya que es una historia que no deja de ser contada por los adultos mayores y nativos del lugar.