La Paz, Baja California Sur. (OEM).- El 30 de junio del año 1995 poco antes del amanecer, los habitantes de La Paz fueron despertados por un fuerte estruendo proveniente de abajo de la tierra, tan poderoso que asemejaba al paso de una máquina gigantesca horadando el subsuelo, y aunque no generó mucho movimiento, el ruido estremecedor causó pánico entre buena parte de la población.
Se trató de un sismo de 6.2 grados –el más intenso registrado hasta ahora- cuyo epicentro tuvo lugar muy cerca de la capital cerca de la isla Espíritu Santo; no hubo daños materiales de consideración, salvo algunos ventanales rotos en edificios comerciales del centro de la ciudad y fisuras casi imperceptibles en edificios públicos y en casas habitación.
3 mil abandonan pueblo por enjambre sísmico
Aunque ha sido el temblor más fuerte registrado en el estado, no ha sido el único ni el más peligroso de estos fenómenos; a finales de noviembre del año 2006 en la comunidad pesquera de Bahía Asunción en la zona pacífico norte del municipio de Mulegé, cientos de personas abandonaron sus viviendas y se trasladaron a pueblos vecinos debido a decenas de temblores de baja intensidad; otros salieron del pueblo para acampar en la pista aérea conocida como La Aviación.
Investigadores del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CISESE) se trasladaron al lugar para estudiar el fenómeno y descartaron la posibilidad de un efecto de una erupción volcánica proveniente de alguna ramificación del volcán de Las Vírgenes ubicado a unos 150 kilómetros al sur y determinaron que era un fenómeno sísmico de los conocidos como “enjambre” que no representaba riesgo para la población. Luego de 4 días de angustia los pobladores retornaron a sus viviendas.
BCS, en peligrosa zona sísmica
Según la Asociación de Ingenieros en Minas, Metalurgistas y Geólogos Distrito Baja California Sur, esta entidad se encuentra en una zona sísmica de las más peligrosas del planeta en la falla conocida como San Andrés y aunque los riesgos de una catástrofe son más bajos en comparación con otros lugares donde hay grandes edificios susceptibles de desplomarse o sufrir daños, sí hay necesidad de generar mayor conciencia entre autoridades y pobladores sobre este tipo de fenómenos.
Cada año ocurren decenas de sismos en el estado, la mayoría imperceptibles para la población. El año 2012 sobresale, al ocurrir miles de eventos, de acuerdo con un especialista en sismología del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior (CICESE), en la entidad.