La Paz.- En 1966, Pablo Carrillo, de Durango y su esposaGuadalupe Bojórquez, de Ensenada, llegaron a la ciudad de La Pazcon muchas ganas de emprender un negocio propio, pero no pensaronen elotes sino en fruta; así, iniciaron en 1972 y fue hasta 1977cuando encontraron el negocio que se convertiría en la tradiciónfamiliar y paceña por tres generaciones, los famosos y deliciosos“Elotes Don Pablo”.
Su primer puesto y el más tradicional se encuentra en laesquina de 16 de Septiembre y Carlos M. Esquerro, en la banqueta dela primaria 18 de Marzo, mientras que cuentan con otros dos puntosde venta, uno en la esquina de 5 de Mayo y Héroes de Independenciay otro más en el parque de Camino Real.
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En sus inicios, vendían los elotes en una carreta y despuésconstruyeron un kiosco sobre la banqueta, muy cerca de su actualubicación en el centro, donde ya se encuentran con un puestofijo.
La señora Guadalupe nació en un rancho y menciona que paraella era muy común comer elote untado con mantequilla pero comonegocio no dio resultado, por lo cual se le ocurrió prepararloscon mayonesa y queso rallado y así menciona que “el puesto agarró viada”; además, se le agregaroningredientes como el chile y el limón.
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Don Pablo Carrillo era muy conocido y muy querido y su legadopermanece hasta nuestros días, pues los elotes se han arraigado enel corazón y paladar de los sudcalifornianos y deleitan a losturistas en cada cucharada.