La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- El doctor en Filosofía Humberto González, recientemente jubilado de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, visitó a la familia Amador Amador, en un rancho rumbo a San Pedro de la Presa, ubicado 28 kilómetros después de Las Pocitas en una desviación a la derecha, antes de llegar a San Pedro de la Presa.
La cueva donde existen algunas pinturas rupestres o petroglifos queda a tres kilómetros siguiendo una cañada, es un arroyo que tiene agua en un camino de subidas y bajadas, antes de llegar a la cueva.
La familia Amador Amador lo recibió en su casa muy amablemente, siendo familias hospitalarias y grandes anfitriones. Las pinturas rupestres encontradas en la cueva pudieran datar de 7000 a 7500 años según estudios realizados en otros sitios por pruebas de Carbono 14. Estos petroglifos son conocidos por los habitantes que viven en los ranchos aledaños, en este caso el Rancho Huamúchil de la familia Amador Amador.
Algunas de las dataciones existentes en algunos recónditos sitios donde existen pinturas rupestres que representan a Baja California Sur, así como petroglifos no registrados en el INAH corresponden a miles de sitios, únicamente alrededor de 40 están previamente identificadas y registradas en la península. “El rancho se llama Huamúchil se encuentra en una zona relacionada con la presa, generalmente existe abundancia de agua, la zona alrededor de la presa tiene mucha agua en las distintas rancherías”.
“Todas están cerca de arroyos importantes es una zona de mucha agua aún en sequías se mantienen los arroyos húmedos, los pozos, las pequeñas lagunas, se puede nadar ahí en muchas de ellas, toman agua los animales, la gente tiene sistemas de mangueras que llevan agua del arroyo a sus cultivos. Algunos pozos los nutren de agua potable”.
“Fui a visitar las pinturas rupestres pero en realidad son petroglifos, están grabados en piedra en esta cueva que no es muy grande pero tampoco pequeña. El motivo que identifiqué característico de las pinturas de Baja California Sur que esta presente en muchos sitios, son vulvas, el sexo femenino grabado en la piedra.
También se ven rayas, motivos de manos blancas, pero dudaría porque parecen más recientes, es una cueva ya vandalizada en cierta forma, lo único que identifiqué como auténticamente originario son estas vulvas. La gente del lugar recuerda unas jaras, como flechas arriba de la cueva, pero ya no existen”.
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Las jaras desaparecieron de los petroglifos hace 30 años atrás las jaras estaban incrustadas en una fractura o grieta que todavía está presente en la cueva, en la grieta de la cueva parecían petrificadas las jaras con mucha antigüedad. No se sabe si fue por causa de un derrumbe o por actos de vandalismo donde con escopetas dispararon y rompieron las jaras, pero estas han quedado solo en la memoria de quienes pudieron visitarlas.
“Me gustaría investigar sobre las pinturas rupestres para tratar de intuir el pensamiento, las ideas, la forma de vida, las emociones de los antiguos Californios. Es importante ir a los sitios porque todo esto no lo veo presente solamente en la pintura en sí, o en el petroglifo en sí, sino en el entorno, el paisaje, incluso en el esfuerzo que requiere llegar a estos sitios.
Ese esfuerzo que realiza uno para llegar a esos parajes es semejante guardando todas las distancias, al esfuerzo de un nómada que habitualmente caminaba esto todos los días y veía esos mismos paisajes, esas mismas grutas y se ponía a pintarlas”.
