La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- En la actualidad es muy común que cierta parte de la población sudcaliforniana tenga conocimiento de los panteones que hay y que existieron en la ciudad de La Paz, pero hay otro que lo desconoce.
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El escritor sudcaliforniano Gamaliel Hamburgo quien es un amante de la historia y de las leyendas que nos llenan de cultura nos ofrece datos muy interesantes y hasta desconocidos por la gran mayoría, que son sobre los primeros cementerios que existieron en la capital.
UN POCO DE HISTORIA DE LOS PRIMEROS CEMENTERIOS
El primer cementerio en La Paz pertenecía a la Diócesis de La Paz y se encontraba en las calles de Guillermo Prieto entre Reforma e Independencia entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX y quedó en desuso entre los años 1870 o 1880 más o menos en esa época y fue cuando se empezó a usar el cementerio que se encontraba en la calle Constitución y 5 de Mayo en donde en la actualidad es el emblemático Estadio Arturo C. Nahl.
Este panteón fue clausurado en el año de 1885 por ordenes del Ayuntamiento de La Paz, que estaba a cargo del presidente municipal Gastón Vives Guró y fue cuando se le empieza dar auge al panteón de Los San Juanes ya que se empezaron a construir unas criptas grandes, así como unos mausoleos impresionantes que pertenecían a los muertos de las familias más ricas como lo eran los mausaleos de Los Valadez, de Los Rodríguez y de Nastia Pavio Noguera “La Bruja” y de otros grandes acaudalados.
El nombre del panteón de Los San Juanes es en honor de los dos Juanes que murieron ahogados y que se encuentran sepultados ya que fueron los primeros en ser enterrados en el sitio.
Hasta en esos momentos existía El Panteón de la Guillermo Prieto, el de la 5 de Mayo, El Zacatal y el de Los San Juanes, pero la ciudad cada día estaba creciendo más, entonces es cuando eliminan el panteón que se encontraba atrás de la Catedral en el terreno de La Lomita y ese mismo terreno se lo venden a Manuel Gómez Jiménez para que construyera su casa, misma que se la obsequia a Anita Bomboster (cuando estaban construyendo la casa encontraron restos óseos y de osamentas).
En el año 1906 es cuando se clausura el cementerio que se encontraba en la calle Constitución y 5 de Mayo sacando todo lo que se encontraba en el lugar como restos óseos, osamentas, lapidas, cruces, etcétera, pero los cuerpos víctimas de la fiebre amarilla siguieron sepultados y solo el 10 por ciento del total de los cuerpos fueron traslados al panteón de Los San Juanes.
Con el paso del tiempo el terreno se empezó a vender para que se pudieran construir casas, cuentan que en el lugar, muchas personas se han encontrado enterrados pedazos de cruces, ataúdes, osamentas entre muchas otras cosas más. Por ello las leyendas que hay alrededor de estos sitios están cargadas de sombras, vibra mística, cosas que mueven, llantos, historias que cuentan los habitantes del lugar.
La primera vez que aparece el dato anotado del panteón, fue la invasión de Estados Unidos a México en el año de 1847 en un plano, por ello se puede indicar que ya existía a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, finaliza Gamaliel Hamburgo.
