Evoluciona en BCS el festejo a los muertos

Hace décadas solo era costumbre visitar los panteones; se desconocían los altares y el pan de muerto

Hugo Fimbres | El Sudcaliforniano

  · martes 1 de noviembre de 2022

En la década de los años 60´s y 70´s la tradición del Día de Muertos era ir a la iglesia y al panteón a limpiar las lapidas. foto: Hugo Fimbres | El Sudcaliforniano

La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El Día de Muertos es una de las festividades más importantes que se llevan a cabo en México el 2 de noviembre de cada año, principalmente en el centro del país, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Michoacán y Guadalajara entre otros más y aunque se tienen registros que antes de la llegada de los españoles a Mesoamérica, ya se celebraba, en BCS la llevábamos de una manera muy singular.

Hay que resaltar que en BCS se llevaba a cabo más la celebración de Halloween y en la noche del 31 de octubre las calles y el malecón costero del famoso Puerto de Ilusión se llenaba de niños y niñas con disfraces nada elaborados, pues con una "mascarita" y la famosa bolsita de calabaza, todo era felicidad.

El 1 de noviembre como bien se sabe es Día de los Santos Inocentes, en donde se honra la memoria de los niños y niñas que se nos adelantaron en el camino y en la ciudad capital del estado principalmente las madre de familias, les rezaban un rosario a su angelito y sacaban sus ropitas que habían portado, como un recuerdo de que nunca serian olvidados, además de que se hacían flores con papel corrugado para ponerlas alrededor de las fotografías.

A la mañana siguiente, es decir el 2 de noviembre la mayor parte de las familias acudían a misa desde muy tempranas horas, para que el día les alcanzara puesto que las actividades apenas comenzaban. En las calles de La Paz y Los Cabos se podía ver como cientos de familias iban llegando al panteón de Los San Juanes con baldes, botes y escobas, ya que la limpieza del ser querido o amado se tenía que realizar de manera general, para que la tumba luciera en todo su esplendor la noche de ese día.

Gran parte de las familias llevaban su comida en bolsas y trastes, además de las bebidas, pues al mismo tiempo se cantaba, se reía y se lloraba con aquellos seres amados que eran tan importantes en vida y que en la muerte no se podían olvidar.

El 1 de noviembre como bien se sabe es Día de los Santos Inocentes, en donde se honra la memoria de los niños y niñas que se nos adelantaron en el camino y en la ciudad capital del estado, principalmente las madres les rezaban a los pequeños

Las madres sudcalifornianas terminaban exhaustas pero con una sonrisa en el rostro, pues las tumbas habían quedado limpias, sin dejar atrás que se acomodaba la foto y unas veladoras, pues antes de retirarse se rezaba para que el alma del difunto lograra descansar.

Los niños y las niñas de igual manera eran participe de una manera respetuosa y tranquila, además de que ayudaban a acarrear el agua para la limpieza, ya que había largas filas y se hacía una gran acumulación de personas, quienes también hacían lo mismo.

A finales de los años 80´s poco a poco se fue integrando el altar de muertos, todo ello por familias que fueron llegando de otros estados, puesto que las familias sudcalifornianas no estaban muy empapadas de la tradición del Día de Muertos como tal.

A mediados de los años 90´s muchas personas que estaban haciendo crecer el arte y la cultura en el estado y empezaron a luchar porque se le dieran espacios a los famosos altares de muerto y así fue como se lograron ver en escuelas, en el teatro y en el museo.

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Con la llegada de “Coco” la película de Disney las cosas en torno al Día de Muertos tomaron el giro de 180 grados que conocemos hoy en día respecto a nuestras tradiciones, que si bien era conocidas las celebrábamos a nuestro modo.