La Paz, Baja California Sur.- En pleno Centro de La Paz, sobre Aquiles Serdán entre Santos Degollado y Melchor Ocampo, se encuentra un árbol de algodón, el cual llama la atención al instante en que uno camina por el área, pues destacan sus abundantes botones.
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Guillermo Alberto Pérez Villegas, propietario del pequeño árbol, relató que su familia ha ocupado por 85 años la propiedad, cuyo origen se remonta a hace 120 años, misma que fue reconstruida hace 50 años, la propiedad que fuera de sus padres ahora la ocupan su hermana mayor Clara Nieves Pérez Villegas y él, quien la cuida.
“Es muy famoso, ese arbolito nació de la nada porque teníamos otro arbolito en la parte trasera de su casa, porque el jardín es muy grande y teníamos un árbol de algodón muy grande, de la noche a la mañana desapareció y apareció este arbolito aquí hace más de cinco años y lo cuido muchísimo porque es una atracción”, relató Pérez Villegas.
El hombre tiene la creencia de que el árbol creció cuando una de las semillas del que tenían en su patio, voló con uno de los tantos huracanes que han azotado la región, lo que probablemente dio origen al mismo.
“Voló una semilla en uno de los huracanes, creo yo, porque es el mismo árbol, es su hijo, comenzó a crecer, lo alimenté, pero cada vez que llueve en verano es muy prodigiosa y empieza a frondar, cuando empieza a frondar de octubre a diciembre, yo adorno aquí”, explicó.
El pequeño arbolito es decorado de acuerdo a la temática de la época, por ejemplo, en septiembre con adornos alusivos a la Independencia, en octubre con artículos de Halloween, en noviembre de Día de Muertos y la Revolución Mexicana y claro está, en diciembre, lo alusivo a la Navidad.
“Cuando hay Navidad, cuando hay Halloween aquí vienen todos los niños, en carnaval, 16 de septiembre, 20 de noviembre, Día de Muertos, la calle se pone al motivo, entonces cada año en Navidad adorno, en diciembre empieza a brotar y empiezan a salir sus botones y parecen copos de nieve”, destacó.
Pérez Villegas explicó con mucha alegría que desde hace algunas semanas han llegado colibríes y otras especies de aves al árbol, en donde colocó un pequeño traste con agua y un pan para alimentar a los pequeños pájaros que se posan en el lugar, incluso hay un nido en una de sus ramas.
“Me entretengo viendo pajaritos y colibríes, todos los niños se interesan, cuando pasan a la guardería o a la escuela, agarran un pedacito de algodón, la gente agarra semillas, hasta de Ciudad Constitución ha pasado un señor que trabajaba en la agricultora en los años 60 y 70, me dijo que nunca me había tocado ver otro árbol como este porque ya no hay”, comentó.
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Destacó que, aunque la pizca de algodón ya no existe en la ciudad, consideró su pequeño árbol como algo especial, pues dijo que siente emoción al convivir con personas tan respetuosas que cuidan el árbol y se interesan por él.
“Dos semanas tengo viendo que están haciendo sus nidos, estoy criando pajaritos y diario les doy su agüita y panecito, ahí se alimentan y la gente muy respetuosa y cariñosa, nos ganamos el respeto, como yo respeto a todo mundo, saben que hay cariño ahí”, agregó.