La Paz, B.C.S. (OEM-Informex).- Fernando Jordán, después de estudiar antropología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en la Ciudad de México, decidió incursionar en los medios de comunicación en donde resultó muy incómodo e incluso recibió amenazas, por lo que como colaborador de la revista Impacto fue enviado a realizar un reportaje a la península de Baja California en donde vivió hasta sus 38 años de edad cuando falleció; las leyendas dicen que hay dos hipótesis que expliquen la muerte de Jordán , una es el suicidio y la otras es que fue un crimen de estado.
SOBRE SU OBRA
Karla Karina Sotelo, quien desarrolla una línea de investigación respecto a la vida y obra de Fernando Jordán, menciona que una de las características y grandes virtudes de sus obras era que, “por una parte respetaba el trabajo historiográfico, incluía el estudio antropológico y cruzaba la parte periodística; al mismo tiempo lo enmarcaba en el trabajo literario y trataba de ser objetivo”, y menciona que sus trabajos eran tituladas como biografías, mismas que jugaron un papel trascendental para la construcción identitaria de los sudcalifornianos.
También señala que en la obra de Fernando Jordán acerca de la península, se visibilizó el abandono general del lugar; muestra la riqueza, el espacio territorial y geográfico.
Fernando Jordán era auspiciado por la revista pero además por empresarios turísticos para los que hacía crónicas y las reportaba con ellos, y esa era la forma en la que sobrevivía económicamente, “ en esencia lo que le importaba a Jordán era mostrar el abandono federal, el aislamiento del territorio y el despojo que él observaba en sus viajes”.
Hay investigaciones como las de Patricia Ballardo Gómez y Gabriel Trujillo, que han encontrado un discurso desarrollista de la época, lo cual, Sotelo Martínez confirma, ya que, “hace crónica de otras zonas donde evidentemente había petróleo, o el claro ejemplo de San Juan de la Costa”, este último lugar donde Jordán hizo su propio rancho y donde hoy se encuentran grandes yacimientos de roca fosfórica, “hay un excelente proyecto desarrollista de la época… lo que hizo fue mostrar a los empresarios y a los políticos acá, cuales son las riquezas”.
VESTIGIOS DE JORDÁN EN LA CIUDAD
Fernando Jordán venía por largas temporadas a la ciudad de La Paz, en donde era hospedado en la casa del teniente coronel y piloto aviador, César Atilio Avente Benítez, paraguayo nacionalizado mexicano que residía en la ciudad desde 1945 junto a su esposa paceña Gloria Arámburo; dicha casa se ubica en Revolución entre Hidalgo y Morelos, lugar donde Jordán escribió, durmió, vivió y murió, según ha confirmado su familia.
Esta casa originalmente ocupaba el espacio de cuatro propiedades que fueron divididas, sin embargo, justo en la ubicación donde se encontraba el cuarto de Jordán, quedó en la propiedad de Lucía Frausto, quien menciona que esta fue la primera casa de dos pisos en La Paz construida en 1865 por Santiago Viosca, al mimos tiempo que comenta que al momento de adquirir el inmueble no fue advertida de su gran valor histórico y fue hasta el aniversario luctuoso no. 50 de Fernando Jordán, cuando se percató de la historia del inmueble tras recibir visita de reconocidos medios a su casa.
Parte de sus últimos días, Jordán la pasó en su rancho ubicado en San Juan de la Costa donde tenía una gran casa que ahora se encuentra en el olvido deteriorándose cada vez más, al igual que la memoria de este personaje en la historia urbana de la ciudad.
SUS MUERTES
Su muerte es tan enigmática y misteriosa como su vida y sus obras; brindan una sensación de que algo se esconde detrás. Sin embargo, a pesar de todo lo dicho sobre Baja California y su vida, “preferimos la leyenda sobre la verdad”, menciona Karla Karina, y concluye, “su muerte pudo ser un crimen de estado, un crimen pasional o un suicidio”.
Los restos de Fernando Jordán yacen en el panteón de los San Juanes en la ciudad de La Paz
“Se suicidó el periodista F. Jordán. Una de las grandes promesas del periodismo nacional ha muerto en la forma más trágica en que mueren los desesperados o los decepcionados: el suicidio”, anuncia en su primera plana el periódico Baja California el día martes 15 de mayo de 1956.
Aquel día dicen que anduvo en su lanchita, fue al cine, por la noche pidió algunas hojas y sobres al general Abente, por la noche escribió dos cartas, quemó algunos escritos; y finalmente, con una pistolita que él portaba para defenderse, se suicidó, mientras que hay versiones que plantean que alguien entró por la noche y lo mató; por lo tanto, surgieron muchas especulaciones y toda su vida se mitificó debido a los datos insuficientes para explicar su muerte.
Finalmente, Karla Sotelo menciona que, “académicamente en Baja California Sur no se ha estudiado a Jordán, sin embargo, hablar de él interesaría para colocarlo de nuevo en un trabajo historiográfico, porque no se ha querido reconocer, y tampoco está en las letras mexicanas con su trabajo periodístico”.