La Paz, Baja California Sur.- El 4 de agosto, los motores del automovilismo paceño guardaron un minuto de silencio cuando en la ciudad falleció Héctor Manuel Amarillas Vanegas, pionero e impulsor de los festivales de autos clásicos.
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HISTORIA
Héctor nació en Caborca, Sonora, el 17 de junio de 1953, a los tres años arribó a La Paz junto a sus padres Manuel Ernesto Amarillas Odendorf y su madre Amanda Vanegas Pino, a su llegada, la familia Amarillas Venegas abrió una mueblería en el Hotel Perla.
Realizó sus estudios profesiones de mercadotecnia, turismo y hotelería en la Ciudad de México.
Por un tiempo apoyó a sus padres en el restaurante Laurys, ubicado en Paseo Álvaro Obregón y 16 de Septiembre, a un costado de la antigua casa del general Olachea, el establecimiento que ofrecía un extenso menú de desayunos, comidas y cenas; su especialidad eran los chilaquiles, gracias a su ubicación y sazón atrajo a los pilotos de off road de la Baja 1000 que en esa época iniciaban.
Laurys fue por 25 años el punto de reunión preferido de los turistas norteamericanos, lo que llenó poco a poco a Manuel Amarillas del gusto por los autos, la interacción con los pilotos de la Baja 1000 fue importante para él, ya que esto ayudó a gestar el amor por los automóviles, en el año de 1969 contrajo nupcias con Rosa María Virgen Lucero, originaria de Los Planes, Baja California Sur.
Luego del impacto del huracán Liza en 1976, el restaurante Laurys se convirtió en el punto de reunión de los voluntarios y benefactores de Redondo Beach, California, del programa de Ciudades Hermanas, en ese contexto conoció a los norteamericanos Jack y Darlin Shirey, con quienes entabló gran amistad y le abrieron su casa para que Héctor estudiara mecánica automotriz en los Estados Unidos; durante su estadía reafirmó su pasión por los autos, donde además aprendió sobre el negocio de compra y venta.
NACE UNA TRADICIÓN
En el año 2000 se llevó a cabo el primer festival de autos clásicos de La Paz, esto tiene su origen en una infracción de tránsito, la idea surge luego de que lo multaron y desde su punto de vista le parecía injusto, relata su esposa Rosa que Héctor a ver la papeleta en su parabrisas dijo “un día les voy a meter tantos carros en este lugar que no podrán multarlos a todos”, por lo que el festival tiene su origen como una forma de protesta.
Aunque este fue uno de los motivos que cimentaron la historia de esta tradición, existe otro gran motivo: apoyar a su familia.
El primer Festival de Autos Clásicos que realizó Héctor Amarillas fue para apoyar al equipo "Orcas"; en el 2000, el entrenador era Milian Meza. La hoy doble medallista olímpica, Paola Espinosa, era entrenadora de las gemelas María José y María Margarita, quienes con tres años, acudían a la escuela acuática Montero.
Las hijas de Héctor Amarillas fueron seleccionadas para representar a Baja California Sur y a México en polo acuático en un campeonato panamericano en Brasil, en el cual su equipo logró el bronce.
El entrenador Milian Meza, del equipo "Orcas" del Gimnasio de Usos Múltiples, afirmó que en ese entonces había diversas carencias a lo que Manuel Amarillas le dijo “yo les voy a organizar una exhibición de autos clasicos para apoyarlos”, con lo recaudado se le dotó a todas de toallas, goggles y otros artículos para que pudieran entrenar y competir.
Luego del primer evento continuó durante 25 años realizando tres veces al año el festival con al menos 50 vehículos, entre ellos su Ford Mercury Park Lane Marauder 1965 rodado únicamente en La Paz desde su fabricación en Detroit, el auto fue trasladado en ferrocarril a San Diego, California y de ahí fue trasladado a Ensenada y de Ensenada a La Paz en barco para ser entregado a Antonio Ruffo, su propietario original, luego pasó a ser de la propiedad de Manuel Amarillas.
FESTIVALES Y RALLYS
El último evento en el que estuvo presente se realizó en noviembre de 2023 con el apoyo de la empresa lubricantes peninsulares, en su historia además realizó tres rallys de autos clásicos de Ensenada a La Paz, los vehículos se trasladaban en nodriza de diferentes lugares del país con la finalidad de realizar un paseo de 1000 millas por la carretera transpeninsular no de velocidad sino únicamente de exhibición.
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Amigos cercanos confirman que a pesar de los requerimientos de logística nunca se conformó una asociación de autos clásicos ante notario público, ya que para Manuel la amistad siempre fue el lazo más fuerte que unió a todos los integrantes, derivado de esto planean este mes de noviembre junto con su familia organizar un homenaje para celebrar y reconocer el aporte que hizo Manuel Amarillas para los amantes del automovilismo paceño.
Rosa María Virgen, esposa de Manuel expreso “el legado de Manuel es haber motivado la existencia de más clubes de automovilismo, para que se conozca más de los autos clásicos donde hubiera un espacio para que los dueños pudieran exhibir sus reliquias”, eventos en los que su familia participó en la organización.