La Paz, Baja California Sur.- En la zona centro del corazón de Baja California Sur, específicamente por la calle Ocampo, se encuentra una pequeña tienda de plantas medicinales, misma que lleva por nombre “Doña Cristina”, y está por cumplir 44 años.
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Aquella persona que realmente ha construido su vida en la capital del estado, sabe que en tal establecimiento obtendrá la hierba más peculiar para utilizar y así poder recuperarse de una infinidad de malestares. No obstante, los orígenes de dicha tienda se remontan en el norte de la península de Baja California.
Todo inició en 1980, cuando una familia proveniente de Tijuana decidió partir hacia la capital del estado. Según Andrea, una de sus integrantes que prefirió utilizar un pseudónimo para mantener su privacidad, la llegada a La Paz implicó pensar en una estancia más segura y con mayor calidad de vida que en la frontera más transitada del mundo.
"Mi papá es de aquí de San Ignacio, y mi mamá es de un pueblo de Nayarit. Entonces, ellos se conocieron en Tijuana porque mi papá se había ido a trabajar allá. Y mi mamá había ido a cuidar a una tía que estaba enferma. Ahí se conocieron, se casaron y nacieron sus hijos, que somos cuatro; tres mujeres y un varón. Mi papá decidió venirse porque, antes de venirnos, él ya tenía varios años que estaba trabajando en la policía allá en Tijuana. Entonces él miraba cómo esa ciudad estaba empezando con demasiada delincuencia", relató.
Tras llegar a la capital del estado, incursionaron en los negocios a través de la creación de una florería. Pasaron 2 años y decidieron emprender de otra manera; gracias a un contacto de su padre y la sabiduría de su madre, narró Andrea.
"Allá en Ensenada mi papá hizo amistad de muchos años con una persona que tenía una tienda herbolaria. Entonces, ahí le fue gustando la idea. Y mi mamá sabía mucho de herbolaria porque es de Nayarit; allá conocían muchos tipos de hierbas. Nosotros de un principio no vendíamos sólo naturismo también vendíamos coronas y arreglos solo de flor artificial entonces si llegaba un cliente para una corona pues se fijaba qué también vendíamos tés y así nos fuimos dando a conocer pero en 2 años ya éramos muy conocidos", contó.
Y así, sin un propósito con un rumbo totalmente descifrado, descubrieron una de sus mejores virtudes: la medicina herbolaria. Ello con la ayuda de su madre, quien poseía conocimientos generales de las plantas medicinales; sus primeros proveedores eran de Ensenada, posteriormente se vincularon con personal de Ciudad de México.
Aunque, señala Andrea, toda la familia fundadora en su momento se vio en la obligación de estudiar, informarse e indagar minuciosamente sobre las plantas medicinales existentes y disponibles en la República Mexicana. Además, reiteró que “Doña Cristina” fue la tercera tienda más antigua del municipio.
“Estudiaban… No había internet en ese entonces, así que revisaban en libros; pero libros muy viejos, libros de muchos años… Poco a poco se fueron informando… Nosotros manejamos hierbas de todo el país; las más conocidas, porque hay miles y nosotros solo manejamos alrededor de 120”, destacó.
Las más de 100 plantas medicinales distintas, son un ejemplo de los diversos significados de la salud que giran en torno a la cultura médica en México y Baja California Sur. Posibilitan la creación de alternativas en torno a la salud pública, y la reivindicación de la herbolaria como un patrimonio biocultural a nivel estatal, nacional y global.
¿CONTINUARÁ LA TIENDA “DOÑA CRISTINA”?
“Todos mis hermanos tienen sus profesiones y nuestros hijos las suyas. O sea, los nietos de sus fundadores también tienen su profesión; solo quedo yo de hija de los fundadores. Pero si Dios me da vida, estaré hasta que me pensione; estamos hablando de 9 a 10 años… Y después, lo más seguro es que cierre… Pero uno propone y Dios dispone”.
Con dichas palabras, Andrea respondió ante cuestionar sobre el futuro de la tienda; algo en lo que duda y se muestra escéptica, refiere al temor de contratar a una persona externa. “Lo que uno ha aprendido en casi 45 años, no se lo vas a enseñar a alguien en un año. Aquí, el secreto es saber hacer combinaciones de diferentes plantas para que funcionen”, recalcó.
Por tanto, ¿hasta cuándo tendremos la dicha de contar con “Doña Cristina”? Es un enigma. Mientras tanto, la familia de Andrea construyó un parteaguas en la medicina tradicional y herbolaria de Baja California Sur.
ENTENDAMOS LA MEDICINA TRADICIONAL Y HERBOLARIA
De acuerdo con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONACHYT), la herbolaria se entiende como la aplicación de la botánica a la medicina para aliviar enfermedades y mejorar la salud.
La herbolaria mexicana se origina en la época prehispánica. Los pueblos concebían a los malestares y enfermedades como productos de las acciones de sus dioses. Procuraban identificar un alivio entre la naturaleza y así crear avances en el estudio de las plantas y sus propiedades medicinales.
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que alrededor de un 80% de la población utiliza la herbolaria como alternativa de reemplazo o complemento del tratamiento médico. De hecho, asegura la existencia de un sustento científico en torno a ello.
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Sin embargo, aún es preciso la construcción de normativas claras, que permitan limitar su práctica. También, se necesita colaborar en el diseño de construcciones oportunas para la transmisión de saberes en el ámbito de salud y trabajar en la implementación de políticas públicas a favor de la preservación de este patrimonio biocultural.