Estamos en Frankfurt.
Fráncfort, en español, donde nace el gran escritor Goethe y su personaje cruel: Fausto, el que vendió su alma al diablo por más juventud, hasta llegar al homicidio.
Venir de Londres y admirar los edificios medievales que aparentan ser iglesias alemanas y obscuras, es imperdible.
Románico... porque fue en el área de Römer, donde se asentaron los romanos en el siglo uno y quedaron varios de apellido Romero... fresco como su planta, alegre como su color, pero algo violento al paladar.
El nombre Frankfurt se deriva de la palabra "Franconofound" de la antigua Germania, dende mando Carlo Magno y fue una de las principales ciudades del Imperio Romano, el virtuoso.
Un fuerte de Europa...
Porque es "el milagro económico del Europa", según los diarios, ¡y cómo no! Sí, porque aquí se encuentra el Banco Central de la Unión Europea que hoy trae de los cojones a Europa y hasta Norteamérica llega su influencia. Esperemos que ya bajen la infación a conciencia.
Será porque inversionistas de países bálticos y mediterráneos dieron vuelo económico desde el principio, que este poblado moderno se yergue altivo y lúgubre, una "city" alemana en realidad.
Pero es en los alrededores de Hesse, su capital es que seduce su aparente calma y prosperidad.
Será por el clima oceánico templado del horario de verano que levemente hace entrar en razón a cualquier humano o región que se le resista...
Serán sus manantiales, relajantes, de balnearios verdes que llevan al punto mas alto del Taurius a 881 metros de altura que dicen "te enloquece".
Romántico...
Porque obligado resulta que realicemos un recorrido a Heidelberg, pueblo pintoresco a 975 Km. al sur de Fráncfort, donde se inspiró Goethe para iniciar el Romanticismo de la literatura Universal.
También visitar el Museo Standel con arte del Siglo XIV.
Recordar que la migración Alemana en México llegó a finales del siglo XIX vía Maximiliano a la llamada Villa Carlota y es entonces cuando se establecen al norte los menonitas que ahora nos proveen de quesos orgánicos y belleza campesina.
Alemania se extendió en el adn mexicano y hasta Chiapas en el soconusco, en Yucatán con sus duques reales haciendas agrícolas y en Veracruz, Sinaloa, Ensenada, Puebla, y San Juan del Río, y por consecuencia en el Estado de México.
Plutarco Elías Calles les da sus papeles por su trabajo e inversión. Por si se preguntaban de dónde eran los otros gueritos más sofisticados que comen pastes hechos por nuestros otros migrantes: Los ingleses.
Es Fráncfort, la ciudad orgullo de Alemania por sus edificios de altura... e influencia. Por su Torre de Europa, Europatürm.
El Museo Alemán de Cine atrae pelis globales donde solo falta Disney.
Pero es el Instituto Goethe el que da prestigio a esta ciudad de gastronomía a base de chuletas no ahumadas, curadas, te aclaran, de quesos y cebollas como el Handkasmit musir... de ensaladas de papas bien cultivadas.
Dicen que a San Pablo, que tiene su gran parroquia en el centro, le gustaban los mazapanes locales de almendra Bethmanchen y vino de manzana, pero no envenenada.
Ver el sol en todo lo alto es posible en verano, ahora que marca 27 grados centígrados y hasta trece con lluvia, con una humedad de 57% y una visibilidad de 10km.Para ir a Berlín imagina tomar la autopista A5 y así... de regreso.
En invierno dos a tres horas de luz los guía hacia la perfección.
Quizá...
Como aquí debiera guiarnos el sol.
Fráncfort: Una metrópoli que ha inspirado a incontables economistas en su mayoría claro, reconocidos y galardonados por ellos mismos.
Sitio de Johann Wolfgang romántico abogado de origen, poeta, novelista, dramaturgo y científico, intelectual al completo, que educo a sus propios hijos... una filosofía a aprender... y que dio vida en obra a Fausto, el traidor de la literatura de 1808.
Fráncfort, la sombra de un gigante.