Comondú, Baja California Sur (OEM-Informex).- La equinoterapia es un tratamiento físico y mental complementario, cuyo elemento central es el caballo. Este animal es usado para ayudar a personas con alguna discapacidad a mejorar su calidad de vida. Se considera una terapia integral porque afecta positivamente al desarrollo cognitivo, físico, emocional, social y ocupacional.
En Ciudad Constitución existen dos centros ecuestresdonde se realiza esta práctica, una en el “Rancho Santa Elena” y el centro ecuestre llamado “La Mascota”.
La instructora entrevistada, Anahí Solís, fue certificada junto con su esposo y su hija en Asociación Mexicana de Equitación Terapéutica, en la Ciudad de Querétaro, donde recibió toda la capacitación necesaria para transmitir los beneficios a la comunidad.
Las terapias ecuestres aportan a los jinetes múltiples beneficios de resultados variables, en los diferentes ámbitos de la persona, las contraindicaciones se aplican al ámbito físico-motor, existen algunas enfermedades a tomar en cuenta que no son aptas para esta práctica entre ellas la epilepsia, así como todas las que afecten a la columna vertebral.
Esta práctica se maneja a manera de acercamiento al caballo, en la experiencia de la terapeuta en centro ecuestre “La Mascota”, algunos niños pueden llegar a sólo tocar el caballo las primeras veces, el principal objetivo es afianzar la autonomía del jinete con respecto a su caballo, dentro y fuera de la pista, que sea capaz de llevarlo pie a tierra.
La terapia tiene que ser siempre dirigida por un cabestreador, en especial porque en ocasiones se trata de dirigir personas que presentan alguna discapacidad, incluso se utiliza la monta gemela, la cual consiste en llevar un jinete acompañando arriba del caballo.
El 90% del trabajo lo hace el caballo, con su calor y los movimientos, ya que el paso se asemeja mucho al del ser humano, los músculos se relajan y hace que cambie el comportamiento del tronco, la pelvis, la coordinación, la concentración, todo en apoyo a las emociones.
La temporalidad siempre va a depender del paciente, pues al verse reflejados los resultados se va realizando un análisis, de igual manera se utiliza el criterio del terapeuta al realizar cada práctica para determinar el tiempo de duración, aunque se requiere como tiempo máximo 20-30 minutos.
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Anahí Solis ha visto un avance en los niños que asisten a su centro, trabaja con 8 niños y en su mayoría en condición autista, su observación se centra en su equilibrio físico, en su estado de ánimo y emocional, en sus palabras “La terapia le da a los niños la seguridad de poderse subir a un animal de este tipo y que lo puedan manejar”.
Una de las cosas por las que el número de pacientes es limitado es por la falta de personal, ya que la cooperación es simbólica para el mantenimiento y cuidado de los caballos, por lo pronto el cupo se encuentra lleno para dar la mejor atención a los asistentes.
Sin duda el equipo de “La Mascota” y del “Rancho Santa Elena” merecen una felicitación por introducir esta práctica a la comunidad comundeña, que trae grandes beneficios para el desarrollo social.