Desde las alturas entramadas de canteras rosadas antes de descender, se abre un ojo de agua clara color esmeralda con arenas ocres que se vislumbra al atardecer.
A saber que aun en la contingencia te invito a navegar en estas letras y programar tu siguiente viaje…
Es a la Isla Danzante.
En esta latitud a finales del siglo XVII, tuvo una característica poco compartida con cualquier otra zona de la península: convivieron en esta bahía las lenguas cochimíes y pericues.
Miguel del Barco, jesuita dejó escrito: es de notar que en esta región se escuchan diferentes lenguas como si fueran naciones.
A saber que aun en la contingencia te invito a navegar en estas letras y programar tu siguiente viaje…
Sobre el Golfo de California a una altitud norte de 25`47 inicia la ceremonia del atardecer de tradición cochimíe aun con danzas a las que hoy nos sumamos gustosos. Danzas que eran satanizadas por quienes pretendían invadir Baja California Sur. Tierra aun deseada por muchos.
La isla está rodeada por la Sierra de la Giganta, donde está la comunidad tripui. Un puerto escondido refugio de navegantes extranjeros, es sitio donde indígenas guaycuras resguardaron a sus deidades, creadoras de las pitahayas y que dispusieron lugares para la pesca.
En solo 4 km cuadrados se hacían rituales de sembradíos que dan paso al conocimiento, porque sin historia no hay presencia.
Entonces, las semillas para los frutos eran sembradas con esmero casi musical.
Aun viva, al sur de esta bahía se encuentra la comunidad de San Juan Bautista a donde bajaban los cochimies-Laymones desde las alturas de La Giganta.
Cuando sus huertos de microclimas dejaban de dar frutos los Laymones descendían a pescar moluscos y ostras, así como cazar aves.
Cuentan que la interacción era peligrosa entre Guycuras y vándalos piratas. Todo sucedía con permiso de los indígenas monquis que dominaban esta zona.
Los rituales con danzas se daban al atardecer y al amanecer, mezclando creencias y cosmogonías, así como presencias que dieron una interesante identidad que aun se preserva en la mitología.
Hoy en día hay cerca pequeños hoteles muy confortables… pero olvídate del internet. Plantas solares ya son dispuestas para ahorrar energía y calentar el agua.
Es verano, los 38 grados agobian y sin embargo llegan los fríos vientos de la Alta California que nos salvan del derretimiento físico y mental.
La flora y fauna de isla Danzante es muy similar a las que se encuentran en la península y en la isla Carmen (muy cercana a ambas). 16 especies de reptiles diferentes es esta pequeña isla existen. El agua cristalina es nuestra guía para snorkelear.
Otra característica de esta isla es la abundancia de matadora (J. cuneata). La flora de isla Montserrat, que está a unos kilómetros, está conformada por especies presentes en la península como palo fierro (O. tesota), pithaya agria (Machaerocereus gummosus), palo verde (C. microphyllum), matadora y frutilla (Lycium spp.).
La vegetación de Danzante es diversa, está formada por matorrales y cardones gigantes de varias toneladas de peso. Existen especies endémicas como Marina Catalinae y una población de biznagas gigantes (F. diguetti var. diguetti), que se caracterizan por ser los ejemplares más grandes de todo el Golfo de California, con una altura de hasta 4 metros.
Dentro de la fauna marina, se han registrado más de 300 especies de macro invertebrados (e.g. crustáceos, moluscos, equinodermos), algunos de ellos de importancia comercial o bajo alguna categoría de protección.
El grupo de peces destaca por su abundancia con más de 260 especies registradas para el parque, resaltando los peces de arrecife rocoso con valor como especies de ornato. Además, en el parque se han registrado 5 de los 7 géneros de tortugas marinas del mundo.
Recorramos más…
El Parque Nacional Bahía de Loreto tiene un gran número de hábitats marinos, insulares y costeros, es refugio para un amplio número de especies marinas y terrestres. La flora dentro del parque está representada por 161 especies de microalgas y más de 600 especies de plantas terrestres registradas en las islas.Que abundancia!
La vegetación del Parque y de la zona costera se enmarca, de acuerdo con Wiggins (1980), en dos, y cuenta con 16 especies de reptiles en peligro de extinción. Parece obvio que lo mencione, pero esta es una reserva ecológica patrimonio de la humanidad. Un orgullo para Baja California Sur.
Un honor debe ser para todos nosotros preservar esta Isla con su pureza, libertad, e independencia.