La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex) El señor Jesús Salvador Crespo León, quién a la corta edad de 12 años empezó a aprender el oficio de ser bolero para ganar su dinero y darle un poco de este a su madre, mencionó que desde hace 38 años se ha estado dedicando a esta labor al ser un bolero orgulloso de serlo. Sin embargo, uno de los inconvenientes en estos tiempos para poder desempeñarse en el oficio es que los productos como las cremas, ceras y demás han aumentado mucho su precio, por lo cual la inversión se eleva para poder desarrollar este noble trabajo, que por tantos años le ha dado una estabilidad económica a su vida y la de su familia.
“Tengo 38 años desde que inicié en este hermoso oficio que bien o mal ha sido mi sustento económico y el de mi familia. En este lugar tengo 22 años dándole lustre a los calzados de los clientes. En realidad, es un oficio muy noble donde quien trabaja gana y quién invierte en comprar todo lo que se necesita para bolear los calzados de alguna manera se recupera. Yo tenía 12 años cuando empecé a aprender y a trabajar en esto, a mí me enseñó un maestro que vivía en el Estado de México, pero venía de Tijuana, nos trajo todos los materiales y todos los químicos para hacer bien el trabajo de la boleada”.
“Así como todo trabajo tiene su chiste y su modo, se necesitan cepillos, cremas, botes, todas las cosas y tenemos que invertirle y siempre dar una buena cara a la gente, a mí me gusta usar cremas de las de buena calidad y esas han subido mucho, vienen de los Estados Unidos son marcas americanas, pero si han subido mucho su precio en estos tiempos, es un producto costoso. Las ventas en estos tiempos han estado bajas, bajaron mucho en vacaciones y por el problema de la pandemia que parece que ya se está controlando”.
Las ventas han bajado sin embargo todavía se mantienen en un 60% de los trabajos en este negocio, pero en un denominador común han estado entre un 40% a un 50% en este oficio de la boleada. “Gracias a dios estamos echándole muchas ganas, tenemos vida para seguir trabajando, vamos caminando paso a paso las escuelas ya están abiertas, la SEP, comercios, eso nos ayuda mucho, parece que ya vamos a dejar atrás los cubrebocas y que bueno porque con el calor que hace esta difícil traer un cubreboca”.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
Un panorama más alentador en una economía paceña en vías de progreso, donde los clientes hacen la diferencia en este tipo de negocios debido a que ellos buscan y siguen dando una fuente de empleo a los boleros: “Ya tengo a mis clientes que vienen de diferentes partes de la ciudad a buscarme para que les de su boleada, muchos de ellos son como parte de mi familia, muchos años de conocerlos. Llevó toda mi vida en este oficio que me gusta, qué hago con todo el amor para que salgan bien las cosas, para tener más clientes, ellos son quienes nos califican nuestro trabajo y quienes nos recomiendan”.
“Compramos galones, de 3 a 4 galones, esos dependiendo del uso y las boleadas me duran de 5 a 6 meses más o menos, a veces los hacemos rendir, pero son varios los colores tenemos que invertirle y siempre es un gasto, pero tenemos que dar cosas de calidad a los clientes, son galones de lustre cream de colores blanco, negro, miel, café oscuro y otros tintes para poder hacer más colores. Las temporadas buenas son en noviembre, diciembre, enero y hasta mayo, pero después baja la temporada en julio, agosto”.