La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El fotoperiodismo en la década de 1960, fue un movimiento suscitado por Bruce Davidson, quien trataba de involucrase en las vidas de los grupos marginados. Sus impactantes imágenes de este sector vulnerable, era fotografiado en blanco y negro, los protagonistas eran personas que reflejaban aspectos de la vida diaria.
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Este brillante fotógrafo de nacionalidad estadounidense, nació en Oak Park, en la ciudad de Illinois, en 1933. A la corta edad de 10 años empezó a interesarse por la fotografía, y saco sus primeras fotos. Más adelante estudio fotografía en los años 50ta.
Davidson se autodenominaba como un fotógrafo humanista con los pies en la calle, su trabajo era fascinante, ya que, con su cámara en mano, reflejaba una cercanía con las personas, esos aspectos que solo sus fotografías podían mostrar.
Su gran y brillante obra, estaba centrada en captar ese momento único, de las minorías, los grupos vulnerables o desfavorecidos, los cuales eran captados con la mayor naturalidad. Lo cual le hizo ganar premios en Estados Unidos y Canadá.
Bruce Davidson, estuvo presente en algunos movimientos tanto sociales, como culturales importantes y trascendentales de mediados del siglo XX. Su carrera como fotógrafo inicio al trabajar en la revista LIFE, teniendo proyectos de fotoperiodismo en 1960.
Se dice que Davidson, antes de tomar una foto, tenía que ganarse la confianza de las personas retratadas por su cámara. Apreciaba mucho la relación con las personas que eran fotografiadas. Conoció a muchos artistas que trabajaban en el circo, activistas, personas del sector vulnerable, tenía que ganarse su confianza antes de ser captadas por su lente.
“Me mantengo respetuosamente a un lado hasta que me inviten.La toma de una imagen requiere de mucha paciencia y quietud”.
Las fotografías tomadas son el reflejo de las personas, su entorno, una reverencia a estos grupos marginados. Es el reflejo de un sector vulnerable, su tranquilidad, su verdadero dolor, abandono, nostalgia, su quietud y alegría de una condición humana, sin ser sensacionalista, sino todo lo contrario, una realidad cruel y despiadada, sin maquillaje.
Las emociones, los retratos reales, además de una proximidad autentica, ya que se ganaba la confianza de estas personas, había empatía, una amistad curiosa, ellos le mostraban su realidad, su vida, sus miserias y alegrías.
Para estas personas no era un simple reportero, sino que era un amigo, ya que tenía una audacia para implicarse emocionalmente con ellos, en una curiosidad genuina, esto hizo posible captar situaciones cotidianas de sus vidas.
Estas imágenes son el resultado de un sinfín de emociones: Melancolía, tristeza, alegrías, todo tipo de emociones con gran naturalidad, lo cual lo destaco de manera única.
Se consideraba así mismo como un fotógrafo humanista, cuya filosofía de vida, estaba basada en la relación con la realidad, dando como resultado una obra exquisita en su realismo, una percepción de su entorno social, voluntad y su mundo.