La giganta sudcaliforniana, microcosmos a preservar

Los árboles sagrados con más de cien años nos protegen del sol que hoy promete estar al menos a 35 grados en Pescadero

Sandra Ricco | El Sudcaliforniano

  · sábado 12 de junio de 2021

Foto: Sandra Ricco | El Sudcaliforniano

“Da un paseo por el cielo, cada pensamiento es un sueño recorriendo un arroyo brindando vida a nuestro reino de realidad” Fantasy [ Earth,Wind and Fire]

Los árboles sagrados con más de cien años nos protegen del sol que hoy promete estar al menos a 35 grados en Pescadero, Baja California Sur.

Necesitaremos más agua, el cambio climático anunció que el verano nos estremecerá.

Los primeros pobladores indígenas lo sabían muy bien, los jesuitas se adaptaron y los pobladores de la sierra lo viven a diario, y lo razonan a detalle, el agua proviene de la sierra, y sin los veneros de ésta, la región se muere.

Y el estado desaparece.

La caminata entre los viveros nos lleva a los riachuelos, a la dulce fertilidad que da esta tierra de microclimas, huertos gestionados por nuestra amiga Sofía, apasionada emprendedora nativa. Que le regresa con con generosidad a la tierra lo que ha recibido de ella.

La energía solar de sembrar se le nota en el rostro, su sonrisa y alma es joven, a pesar de decir lo contrario, su piel bronceada es por cosechar sin bloqueador solar.

Es, el resultado de la energía de la Sierra de la Giganta, proyectada en las buena obras humanas.

Todos los caminos de Baja California Sur son resguardados por la Giganta nos dijo hace unos días Sebastián en Caduaño, mientras nos da una clase de hacer tradicional pan Bachi.

Una nueva reserva de la biosfera nos espera. De paisaje volcánico con la evolución biológica que ello conlleva.

La Giganta es una área intacta de Baja California Sur, que requiere, protección oficial.

Debe ser una reserva, y salvaguardar la especie de ambrosía que crece en la meseta, hasta el palo de fierro que puede vivir mil años y producir una madera excéntrica.

La fauna es única, un exponente perfecto es el borrego cimarrón.

Seguimos en el camino de la huerta que nos regala ahora un melón, Sandro lo descubre, es un niño como él, melón diferente a cualquier otro del mundo al que he accedido, parecido solo al de Japón.

La brisa del océano pacífico sopla refrescante en pescadero.

Los bosques de la montaña y los oasis de los cañones profundos ocupan una pequeñísima fracción de la superficie de Baja California Sur, provee de vida a toda la península.

Sin una serranía sana y conservada no hay futuro para la región. Es entonces, el porvenir sudcalifornio lo que está en juego en el polar del capitalismo salvaje.

La vida que brota de la profunda pureza del agua que corre desde lo más alto de las montañas hasta lo mas recóndito de profundísimos cañones para alimentar el desierto se siente en el corazón.

- ¿Tendrás fresas hasta verano Sofia? ¡No! ya hay fresas, las acabamos de recolectar”

Un hallazgo que emocionó a Sandro siendo su fruta favorita, junto con todas las rojas.

Es, la sabiduría lo que nos hereda la tierra, es la nobleza, el saber del agua pura da un paisaje de esperanza.

La cimas y los cañones perfectos poco conocidos por científicos exploradores, gracias al alto nivel de dificultad para conocerlos cuenta con diversos ranchos que han tenido su propia evolución de artesanía local, icónica, como la peletería, las maderas extravagantes, las cesterías con plantas únicas del desierto, legado que quiere renacer y ser incluido en el desarrollo contemporáneo de Baja California Sur. Es el caso de Santiago y Miraflores.

“Queremos progresar -me dicen en Miraflores- pero sin destruir nuestra naturaleza”

Adaptar la cultura tradicional, a la dinámica turística y a la ancestral, bajo el amparo de una legislación y quizá un decreto protector. Es algo que le pido desde aquí al gobernador, al presidente. A Dios.

Seguimos recogiendo en Pescadero lo que la tierra nos da: felicidad, mangos mini, jitomates y la alegría adolorida de una mujer luchadora, sus manos trabajadoras con el sofisticado esmalte color tierra dan testimonio de la disciplina de saber que existir no es cuestión de dinero, si de esfuerzo diario.

Sobreviven en Baja California Sur restos del dialecto de 300 años de antigüedad con señales de Guaycuras, que merecen registrarse, explorarse y preservar por los lingüistas e historiadores más tenaces.

Mira el atardecer.

Majestuoso es el paisaje volcánico del corredor de serranías Sierra de la Giganta- Guadalupe, entramada y difícil. Raras formas de vida y únicas.

Entender como antaño, las señales de los demás seres vivos, incluida la vegetación, para hablar así el lenguaje de la tierra es una de las difíciles misiones a recuperar en este microcosmos que se renueva cada tres años, según papá.

Aquí, el respeto y la preservación de una cultura nativa medioambiental sabia, sera la brújula de supervivencia.