La Guarida del Abejorro es un refugio literario

Armando Bustamante dirige este proyecto, una biblioteca en casa a la que cualquiera puede asistir

Rocío Casas | El Sudcaliforniano

  · jueves 7 de septiembre de 2023

Armando dice que su motivación nunca ha sido económica, sólo el amor por lo libros. Foto: Rocío Casas | El Sudcaliforniano

La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- La Guarida del Abejorro es un proyecto que surgió de la mente de Armando Bustamante, nació como una respuesta al deterioro de la realidad social en la que se encontraba inmersa la comunidad, donde la convivencia se veía afectada y la violencia se agudizaba día tras día.

Este centro de lectura se ubica en calle Carabineros e Idelfonso Green en la colonia 3 de mayo de La Paz, Baja California Sur.

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Armando Bustamante no es de los que se quedó de brazos cruzados ante esta situación, él había escuchado repetidamente que a través de la lectura las personas podían mejorar, aunque fuera un poco, su universo significativo, así que decidió poner a prueba esta teoría, con la intención de contrarrestar los índices de violencia que asolaban la comunidad.

"Durante los últimos seis años, he estado involucrado en este proyecto. Desde el principio, me di cuenta de que vivíamos en una realidad social bastante deteriorada, lo cual resultaba desagradable. Sin embargo, lo crucial era entender qué podíamos hacer para cambiarla. Se dice que a través de la lectura, incluso un pequeño cambio en nuestro universo personal es posible. Decidí poner a prueba esta idea, contribuyendo de alguna manera para contrarrestar los alarmantes niveles de violencia que experimentábamos. Así que comencé con mis propios libros en mi casa."

El proyecto comenzó modestamente en su propia casa, pero con una idea audaz: el "velolecto". Este vehículo, adaptado a partir de un motocarro, se convirtió en una singular biblioteca ambulante. Armando abría las puertas laterales y traseras del velolecto para exhibir libros en lugar de tortas y tamales. La música y los letreros acompañaban su recorrido diario por la ciudad, donde realizaba cinco o seis rondas, cubriendo aproximadamente 30 o 35 lugares a la semana.

El objetivo de Armando era claro y sencillo: ofrecer a la gente una alternativa a la nota roja de los periódicos sensacionalistas. Al llegar a esta ciudad hace 30 años, notó que los periódicos locales no solo se usaban para la lectura de noticias, sino también para envolver “caguamas”. Esta realidad lo llevó a la conclusión de que era necesario un cambio.

Hasta el día de hoy, La Guarida del Abejorro se destaca como un refugio literario en medio del caos, y el velo-lecto anhela retomar sus recorridos. Foto: Rocío Casas | El Sudcaliforniano

El "velolecto" no podía albergar todos los libros que Armando tenía en ese momento, por lo que comenzó a idear formas de intercambiar, comprar, vender y donar libros. Este concepto fue creciendo gradualmente y se convirtió en una parte esencial de su proyecto.

Durante sus recorridos, Armando se detenía en colonias populares como El Cardonal, Agua Escondida, Progreso y muchas otras. Sabía que en estas áreas, los libros nuevos eran un lujo inalcanzable para muchas personas debido a su alto costo. Su objetivo era hacer que los libros fueran accesibles para todos.

La idea central era hacer que los libros estuvieran al alcance de todos; en ningún momento se planteó tratarlo como un negocio. Por lo tanto, me dirigía a las colonias populares, donde no solo recopilaba anécdotas agradables, sino también algunas cómicas."

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Después, la pandemia planteó desafíos significativos, lo que llevó a la suspensión temporal del velolecto. A pesar de esto, Armando Bustamante persistió en su proyecto y transformó su hogar en un lugar llamado 'La Guarida'. Este espacio se convirtió en un punto de referencia donde las personas actualmente pueden acudir en busca de libros.

"Pero no me di por vencido. A pesar de los desafíos económicos que surgieron debido a la pandemia, tuve que detener el velolecto. Sin embargo, decidí crear este espacio llamado 'La Guarida'. Comprendí que era necesario tener un punto de referencia al que la gente pudiera acudir en busca de la lectura."

La motivación de Armando nunca ha sido económica; su impulso procede de su deseo de promover la lectura y ofrecer a la comunidad una alternativa a la nota roja y la violencia que la rodea.

Hasta el día de hoy la guarida del abejorro se erige como un refugio literario en medio del caos, donde cada palabra escrita representa un rayo de esperanza para la comunidad que la rodea y el velo-lecto está en ese lugar en espera de volver a retomar sus recorridos.